A Racing le pegaron un cachetazo. Se verá si es de los que se aprenden o los que te hunden. Pero el golpe existió. Godoy Cruz le ganó 0-2 en el Cilindro y la gente ya empezó a palpitar el clásico en la previa del clásico frente a Independiente.

Costas no intentó excentricidades y alineó al once titular. Ese que le vino rindiendo todos los partidos. La línea de tres conformada por Rubio, Sosa y García Basso y Rojas y Solari por los costados. Zuculini y Almendra conformaron el tándem de volantes mientras que Martínez y Salas el del ataque.

El encuentro comenzó con un error no forzado de Zuculini que desencadenó en un remate al travesaño de Conechny. Esta acción fue el molde que le dio forma al encuentro: La Academia se hizo de la pelota, pero Godoy Cruz, cuando la tenía, era criterioso y peligroso. De más está decir que El Tomba no fue un equipo que se metió atrás. Desde el minuto uno ejecutó a la perfección su plan de juego.

Todo lo que salió contra Newell’s, no se dio frente a Godoy Cruz. Faltó la terminación, el último toque, en definitiva, la definición. Un fantasma que parecía haber desaparecido en los últimos dos partidos pero que volvió a decir presente en la noche de sábado en Avellaneda.

El encuentro fue dinámico. La mitad de la cancha fue una zona de paso. Ninguno de los dos retuvo demasiado la pelota en ese sector. Esto significó un ida y vuelta constante que seguramente alegró a aquellos espectadores imparciales.

Bruno Zuculini con la pelota. Foto: @RacingClub.
Bruno Zuculini con la pelota. Foto: @RacingClub.

Racing tuvo chances. De hecho, en los primeros diez minutos del complemento tuvo, fácil, dos llegadas claras: un mano a mano de Solari y un remate de Almendra. Pero ya sea por mala fortuna, o por malas decisiones, la pelota no quiso entrar. Por otro lado, como ya fue mencionado, El Tomba no regaló nunca la redonda.

Los goles del visitante llegaron ambos en un lapso fatal de cinco minutos para La Academia. ¿El factor común? Tomás Badaloni, autor de los dos tantos. El primero fue a los 60’ con un gran cabezazo al palo izquierdo de Arias. El segundo sucedió tras un córner en el que increíblemente la pelota llegó a su pie sin marca rival. La pelota tuvo destino de red en ambos casos.

Ya dos goles abajo, la precisión y la dinámica de Racing se diluyó lentamente. Por supuesto que tuvo la obligación de ir a buscarlo, pero las formas se perdieron y todas las jugadas terminaron en centros que los tres centrales del visitante rechazaron sin problemas.

Godoy Cruz se paró bien, armó una línea de cinco defensores y fue imposible para los futbolistas académicos romper esa muralla. Intentaron con vehemencia y determinación, pero con un déficit creativo notable.

No hubo tiempo para más y de esta manera El Tomba se hizo fuerte en Avellaneda y le ganó a Racing en la previa al clásico. El conjunto mendocino afianza su presente espectacular y continúa siendo el único equipo que aún no recibió goles en esta Copa de la Liga Profesional. Por el lado académico, comienzan tres días especiales. Se juegan más que tres puntos.