Aquella cualidad que le viene siendo esquiva a Racing hace un tiempo largo es la que preponderó en la primera mitad. Efectividad. Los dirigidos por Fernando Gago fueron contundentes. No hay muchas más explicaciones. La Academia se fue ganando 2-0 al descanso sin hacer un gran partido, pero la calidad técnica (aún con un plantel diezmado) sigue haciendo la diferencia y hoy no fue la excepción.

Se metió más de lo que se jugó. Esto es un hecho. El mediocampo fue una zona de perdidas constantes debido a la presión de los dos equipos. Había que jugar de a un toque, y lo cierto es que ambos fallaron en este sentido. Ante las equivocaciones, ahí es donde Racing sacó una diferencia, un plus.

El partido se puso 1-0 con un gol de Gonzalo Piovi a los 22’ tras un remate de afuera del área. Increíblemente, el defensor es el actual goleador del plantel con 7 tantos. Esto habla del presente del club y la falta de presencia ofensiva. Por eso Gabriel Hauche tuvo que jugar de falso nueve. El “demonio” se sintió incomodo todo el encuentro, pero intentó cumplir las órdenes del entrenador lo mejor que pudo. Entró poco en contacto con el balón.

La siguiente jugada luego del primer gol del encuentro fue un penal en movimiento a favor de San Martín de Tucumán. Leandro Ciccolini tiró el centro atrás y Emanuel Dening remató a las nubes estando a escasos metros del arco protegido por Gabriel Arias. Por si era poco, minutos después el capitán Leonardo Sigali sacó sobre la línea un remate del rival. El partido se resume por estas diferencias. Racing ligó, San Martín no. En cuanto a desarrollo, siempre estuvo parejo.

A los 38´ ya el resultado sería más abultado cuando Jonathan Gómez aprovechó el contrataque académico y sentenció el 2-0 parcial. La osadía del conjunto tucumano, y el hecho de querer jugarle de igual a igual a Racing, le costó demasiado caro. Aunque, como se mencionó previamente, el equipo de Avellaneda estuvo en su día de suerte. Lo poco que generó lo convirtió.

El abrazo de gol entre Jonathan Gómez y <strong><a href='https://www.vavel.com/ar/futbol-argentino/2023/06/17/racing-avellaneda/1149349-la-academia-recupera-la-fecha-contra-velez.html'>Gabriel Hauche</a></strong>. Foto: Prensa Racing
El abrazo de gol entre Jonathan Gómez y Gabriel Hauche. Foto: Prensa Racing

La Academia se conformó con el resultado y dejó venir al Santo tucumano. En un cerrar y abrir de ojos el once en cancha estaba repleto de juveniles. Agustín Ojeda, Catriel Ceballos y Tomás Pérez dijeron presente en Córdoba. Predio tita en estado puro. Y lo hicieron bien, a la altura de las circunstancias y sacando adelante este momento esquivo del club.

Por un lado, Racing tuvo más espacios para poder contratacar y liquidarlo. Pero ya la efectividad no estuvo de su lado. Tampoco generó demasiado. Por el otro, San Martín no tuvo los recursos necesarios para poner en aprietos a los de Avellaneda en ningún momento. Así y todo, a los 29´ del complemento Emanuel Dening tuvo su revancha y, tras un nuevo centro atrás, logró conectar la pelota y descontó: 2-1.

La mala experiencia en Copa Argentino tensionó a Fernando Gago y compañía. Es sabido que esta competición no es del gusto de La Academia. Colectivamente dejó mucho que desear la actuación. La cantidad de desbordes rivales por los extremos produjeron la entrada de Iván Pillud en reemplazo de Facundo Mura. ¿Racing? Deslucido, sin triangulaciones ni indicios de asociación.  

Los tucumanos lo intentaron, sin éxito, y el partido llegó a su cierre. La sensación es que Racing ganó y punto. No hay mucho más que destacar. El oportunismo del primer tiempo le jugó a favor a un equipo que le falta juego, fluidez y, sobre todo, refuerzos. El once cada vez se va devaluando más. Y faltan solo quince días para los octavos de Copa Libertadores.