Hay una frase, un dicho, de esos que te dicen tus abuelos, tus padres o cualquiera. Cuando uno se equivoca, con la intención de advertirlo, le dicen: "No te equivoques dos veces con la misma piedra." Algo parecido pasa con Racing y Gago, con la diferencia de que esa piedra fue la que hizo tropezar a Racing mas de dos veces, y la caída sin dudas, fue dolorosa.

El equipo de Gago, había mostrado un interesante partido en cancha de Banfield, ganando de visitante, ante este escenario la gente de la academia, llenó el cilindro de Avellaneda, un lunes a las 7 de la tarde, para ver a su equipo meterse de lleno en la lucha por el campeonato.

Ya desde el comienzo del partido se vieron dos posturas opuestas, tanto futbolistica como actitudinalmente.

Por el lado de Racing se percibió un equipo tibio, que tuvo la pelota, pero con pases intrascendentes, y una actitud pasiva, casi como si fuera un partido más.

Por parte de San Lorenzo el equipo del Gallego Insúa, si entendió donde estaba parado, y con su fútbol y sus armas, apretó e incomodó a Racing.

El primer tiempo no fue muy emocionante por las situaciones de gol, de las cuales casi no hubo, pero si fue muy interesante la batalla táctica que se planteó dentro del campo.

Para el ST, Gago decidió sacar a Matías Rojas y a Leonel Miranda, para que ingresen Alcaraz y Chancalay

A los 6' el mediocampista Méndez tomó un rebote en el área y tras un duro zapatazo, puso en ventaja a el ciclón, merecido 1 a 0.

Racing por supuesto, se encontró con la obligación de ir a buscar el partido, con sus armas, con sus once jugadores (jugadores, no hombres) con sus once... perdón, con sus diez, por que cuatro minutos después de que Méndez abriera el marcador, el chico Tomás Chancalay decidió, a la vista de todos, hacerse expulsar, pisando de una aberrante al chico Agustín Giay. Siendo un chiquilin, inmaduro, dejó al equipo con diez a la vista de todos.

Luego de esa expulsión, y como sorpresa casi, vino un momento auspicioso para Racing, porque la academia yendo como pudo, tuvo situaciones de gol, la gente comenzó a levantarse, y a los 20' tras un gran centro de Mena, Enzo Copetti convirtió el gol del empate, bien Racing.

Y he aquí el primer capricho, porque el equipo, con uno menos decidió seguir atacando, aún sabiendo el riesgo que eso conlleva, y que es mas probable que pase lo que pasó, a que gane. Pero no nos adelantemos.

Era pensamiento lógico ceder el protagonismo un poco, con diez hombres, porque si no, probablemente Andrés Vombergar aprovecharía un pelotazo cruzado a las espaldas de la defensa de la academia y pondría el 2 a 1 para la merecida victoria de San Lorenzo.

El partido se terminó ahí, más allá de que se iría expulsado Sigali. Aunque antes de que termine y con Racing intentando ir a buscar el empate, Gago sacó a Copetti para poner a Galván y empezar a tirar centros al área. En otras palabras, se dedicó a tirarle centros al 9, pero lo sacó.

Racing perdió, un partido que duele muchísimo, por errores propios, por improductividad propia y como otras veces, tantas otras veces, por errores forzados de su DT.