El Jefecito, Javier Mascherano, vuelve a la Selección Argentina pero en otro rol ya que estará a cargo del Departamento de Metodología y Desarrollo. En esta nueva función estará acompañado por el preparador físico Pablo Blanco, ex integrante del cuerpo técnico de Alejandro Sabella, y Oscar Hernández Romero, quien viene de trabajar en el fútbol infantojuvenil de Barcelona. Su nuevo desembarco al seleccionado albiceleste lo informó en estas horas la Asociación del Fútbol Argentino. Este nuevo desafío comenzará dentro de unas semanas. El ex capitán del equipo dirigido por Diego Maradona en el Mundial de Sudáfrica de 2010 retorna a su segunda casa después de dos años y medio. Su último encuentro con la camiseta argentina fue ante Francia, por los octavos de final de la Copa del Mundo de Rusia de 2018.

El presidente de la AFA, Claudio Tapia, en su cuenta de twitter @tapiachiqui, destacó: “Me pone muy contento que @Mascherano vuelva a su hogar y se incorpore a las estructuras de nuestras seleccciones Nacionales, con este nuevo proyecto. Bienvenido Javier!!!”. De esta manera el ex volante central de River vuelve a estar ligado al fútbol argentino, luego de su último partido en Estudiantes de La Plata. Sobre su último paso en el León, Mascherano comentó en un reportaje con el programa de televisión Libero: "La realidad es que cuando volví de la pandemia me di un tiempo para ver cómo me sentía y ya había hablado un poco con el club para retirarme a fin de año, ya lo tenía decidido pero el momento de decisión fue tras el partido. Vi que no vivía la profesión como la había vivido antes, sentí que ya me costaba, tuve sensaciones raras en el partido a la hora de competir. Cuando terminó el partido llegué al vestuario y pensé 'para qué seguir alargando esto si ya no es lo que siento'. No tiene sentido faltarle el respeto al club, a mis compañeros o al entrenador si no puedo dar el 100%".

Finalmente describió: "Terminó el partido y lo primero que hice fue hablar con Desábato y comentarle las sensaciones. Lo entendieron, después hablé con mis compañeros para agradecerles el tiempo compartido y pedirles disculpas por si alguna vez fui muy pesado, y después hablé con Verón, pero era una decisión personal que no tenía nada que ver con lo deportivo ni con el club. Era por sensaciones mías, quizás me hubiese gustado que fuese de otra manera, pero a veces uno no elige el final. Yo vivo las cosas de manera natural y no me gusta forzar las cosas. No creo en los finales de película, sentí que era el momento y no me arrepiento".