Los que volvieron

Pablo Aimar, Javier Saviola y Luis González se sumaron a la lista de los referentes e ídolos del Millonario que triunfaron en Europa y regresaron para dar una mano o seguir cosechando gloria.

Los que volvieron
Los que volvieron
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Por Nicolás Diz

Sentido de pertenencia. Identificación con los colores. Nostalgia de la hinchada. Una historia que tenía que continuar. La oportunidad de regresar a casa. Todos los ítems son válidos a la hora de analizar a los grandes jugadores que, por un motivo u otro, decidieron regresar al club donde se formaron o donde lograron su mayor trascendencia.

A lo largo de su historia, el Millonario fue semillero de cracks pero también gran comprador de jugadores que dejaron su huella imborrable en el club, que se ganaron a la gente riverplatense y que, fruto de eso, continuaron su carrera en River. A continuación, los regresos más impactantes de las últimas décadas de los ídolos y referentes.

Ramón Díaz

El Pelado, el entrenador más ganador de la historia millonaria (nueve títulos) y hoy seleccionador de Paraguay, tuvo su historia con los cortos y en el Millo, donde fue un artillero letal.

En 1978, el riojano tuvo su estreno con la Banda, en una etapa donde River volvía a ajerecer su supremacía en el fútbol argentino. En su primera etapa, ganó el tricampeonato 1979-80, para partir a Nápoli en 1982.

Zurdo y de gran técnica para definir, Ramón se destacó en el fútbol europeo (Nápoli, Avellino, Fiorentina, Inter, Mónaco) y en la Seleción Argentina (jugó el Mundial España 1982), y decidió volver a Núñez en 1991, donde ganó el Apertura de ese año. En 1993 se fue al Yokohama Marinos japonés, donde colgó los botines en 1995 y regresó pero para ser DT. El más ganador de todos.

Norberto Alonso

El Beto es, solo comparado con Ángel Labruna, el símbolo más importante de la historia y del paladar millonario. Debutó en 1971 y fue parte fundamental del bicampeoanto de 1975, cuando el equipo de Angelito cortó 18 años se sequía de campeonatos en River.

En 1976 pasó a Olympique de Marsella, su único club en el exterior, donde solo estuvo un semestre y regresó a Núñez en 1977, para ganar más campeonatos. No obstante, sus chispazos con Alfredo Di Stéfano lo hicieron marcharse en 1981, rumbo a Vélez Sarsfield.

El enganche comenzó su tercera etapa en el Más Grande en 1984, donde ganó absolutamente todo: la temporada 1985-86 (con el famoso doblete a Boca en la Bombonera, con la Naranja), la Copa Libertadores 1986 (la primera de River) y la Intercontnental 1986 (gran asistencia de Beto para Alzamendi, autor del gol ante Steaua Bucarest).

En 1987 tuvo su emotivo homenaje en el Antonio Liberti, a un jugador que ganó nueve títulos y marcó 157 goles. Beto actualmente es asesor dirigencial.

Enzo Francescoli

La despedida de Enzo, en 1999.
El Gráfico

El Príncipe es sin duda uno de los tres máximos ídolos de la historia de River, con 7 títulos ganados y 136 goles marcados, siendo el extranejero con más tantos convertidos en el Manto Sagrado.

Su buen paso en Montevideo Wanderers, sumado al título de la Copa América en la Selección uruguaya desembocaron en su arribo a River en 1983, por 310.000 pesos. Al principio le costó adaptarse, pero el uruguayo luego se destapó y ganó la temporada 1985/86 y emigró e Europa, en 1986.

Luego de estar en Racing de París, Olympique de Marsella, Cagliari y Torino, Enzo regresó a Núñez en 1994, de la mano de Américo Gallego (con quien ganó el Apertura ´94, invicto). Después con Ramón Díaz, ese fantástico River noventoso no se cansó de ganar títulos (tricampeonato 1996-97, Libertadores ´96 y Supercopa ´97), con el charrúa como goleador y capitán.

Se retiró bañado en gloira en 1997; en 1999 fue su partido homenaje en el Monumental y actualmente preside la Secretaría Técnica del club. Volvió para ganar todo.

Ariel Ortega

Ortega regresó a River en 2000, 2006 y 2009.
Tu River

El Burrito es de los jugadores más significativos de la historia del fútbol argentino. Enganche a pura gambeta, velocidad y gol. Un jugador distinto que debutó en el Millonario en 1991 y fue parte de la década dorada riverplatense.

Ortega se fue en 1997 rumbo a Valencia, para luego pasar a Sampdoria y Parma. No obstante en el 2000 el jueño regresaba a la Banda, por 5 millones y medio de dólares, para formar junto a Javier Saviola, Pablo Aimar y Juan Pablo Ángel el rombo de Los Cuatro Fantásticos. Tras ganar el Clausura 2002 y el Mundial de Corea-Japón, pasó a las filas de Fenerbache.

En 2004, conflicto mediante, abandonó al club turco y volvió al país, peor para jugar en Newell´s (ganó el Apertura 2004) pero de nuevo se puso la camiseta riverplatense, entre 2006 y 2008, siendo el capitán del equipo campeón del Clausura 2008. Por problemas dirigenciales, vuelve a marcharse.

Pese a la crisis deportiva y dirigencial que atravesaba River, Orteguita tuvo su tercer regreso, luego de un paso fugaz por Independiente Rivadavia, entre 2009 y 2010. Juan José López lo separó del plantel, por lo que continuó en All Boys y se retiró en Defensores de Belgrano.

El ídolo, en cuatro etapas, disputó 311 partidos y anotó 80 goles, habiendo ganado ocho títulos. En el 2013 tuvo se merecido homenaje en el partido despedida, en el Monumental. Hoy forma parte dele equipo de Fútbol Senior de River, a su 41 años.

Marcelo Gallardo

El actual DT de River (ganador de la Copa Sudamericana 2014, la Recopa 2015 y en semis de la Libertadores 2015) se inició en el club en 1993, con Daniel Passarella en DT.

El Muñeco, al igual que Ortega, fueron los juveniles más destacados, logrando nada menos que siete campeonatos entre 1993 y 1999, cuando fue transferido a Mónaco.

Otro enganche de Selección que la rompió en Francia y tuvo su reencuentro con el Millonario, a mediados de 2003. Tras ganar el Clausura 2004, Gallardo se fue en 2006 a París Saint Germain y tras un paso muy fugaz en DC United (EE.UU), a comienzo de 2009 retornó por los pagos del Monumental, yéndose en 2010 y retirándose en Nacional de Montevideo.

Como jugador, ocho títulos, 284 encuentros y 72 goles para el Muñe, que aumentó su palmarés como entrenador a partir de 2014 y va por más laureles.

Marcelo Salas

El Matador obtuvo cinco títulos en el Millo.
Taringa

El chileno, junto a Enzo, es el jugador foráneo más querido de River Plate. Su llegada a River se dio en 1996, por U$S 3,5 millones luego de la conquista de la Copa Libertadores y con la particularidad que Salas jugaba en la U de Chile, rival millonario en las semifinales de esa copa.

Figura del tricampeonato del Apertura 96-Clausura 97-Apertura 97, su mejor versión fue en la Supercopa ´97, marcando los dos goles de la final ante San Pablo. Por eso, fue transferido en 1998 a Lazio, a cambio de 17 millones de dólares.

Entre 2001 y 2003 el Matador estuvo en Juventus, y regresó a River a mediados de 2003 (con Gallardo), debido a su gran idilio con la gente. En su nueva etapa ganó el Clausura 2004, y en 2005 se marchó para retirarse donde debutó, Universidad de Chile.

Matías Almeyda

Almeyda volvió en el peor momento, como jugador y luego como DT.
Depornauta

El Pelado debutó en los gloriosos ´90, más precisamente en 1992. El volante central, en un gran equipo, logró ganarse la titularidad y ser pilar del River campeón de América en 1996 (de hecho, anotó el gol a la U de Chile que clasificó al equipo a la final).

En 1997, Sevilla pagó 9 millones de dólares por su ficha, y luego triunfó en Italia (Lazio, Parma, Inter y Brascia), y regresó al país pero para vestir las camisetas de Quilmes y Fénix (Lyn Oslo mediante). Finalmente, en 2009, concretó su retorno a River, que atravesaba un grave problema futbolístico con los promedios.

Si bien no pudo evitar el descenso de River en 2011, su entrega y dedicación repercutieron en los corazones millonarios y se hizo cargo de la dirección técnica en ese año en la B Nacional, donde logró el objetivo del ascenso y se fue del cargo a fines de 2012.

Hoy dirige a Banfield, consolidado en Primera División. En el Millonario fue parte las etapas más antagónicas, de la gloria noventosa y de la hecatombe de 2011, pero nunca resignando su gran pasión por River.

Fernando Cavenaghi

El Torito es el último caso de regresos resonantes. En 2001 debutó en Primera División, con la enorme tarea de reemplazar a Saviola, y lo hizo con creces. En 2002 fue campeón del Clausura y goleador del torneo (15 tantos), y se marchó en 2004 con tres campeonatos en su palmarés.

En 2004 Spartak Moscú lo compró por 11 millones de euros. En el club ruso quedó relegado en 2006, cuando partió a Burdeos, donde la rompió: 46 goles y cinco títulos en el club francés. En 2010 tuvo un paso fugaz en Mallorca y en 2011, recaló en Inter de Porto Alegre.

River eprdió la categoría a mediados de 2011, en aquella Promoción. Cavenaghi, muy identificado con River, decidió regresar al club de sus amores (pese a su enemistad con Daniel Passarella), junto a Alejandro Domínguez. Cave fue el goleador del equipo en esa travesía por el Nacional, con 19 goles. Sin embargo, con el Millo de nuevo en la A, Almeyda no lo tuvo en cuenta y se marchó a Villarreal.

Su tercera y actual etapa comenzó en 2014, con la asunción de Rodolfo D´Onofrio y Ramón Díaz en el banco. El Torito aportó 8 goles en la conquista del Torneo Final, cortando seis años de sequía. Después de ese torneo, tuvo que ser operado y se perdió la segunda mitad del año pasado, aunque siempre aportó desde su lugar de referente.

Es el 10° máximo goleador de la historia riverplatense, con 107 goles. Siete títulos y tres etapas definen a Cavenaghi, que decidió quedarse hasta la culminación de esta Copa Libertadores.

Diferentes casos, diferentes épocas, diferentes destinos. Todos, desde su lugar, han aportado para la historia del Más Grande. Volvieron Lucho, el Conejo y el Payaso. Tarde o temprano, volvieron a casa.