Impotencia, tristeza, coraje, son algunos de los sentimientos que causó la expulsión de Diego Armando Maradona en el mundial de Estados Unidos ’94, tras dar positivo en dopaje. Para algunos fue injusto que el mejor jugador de todos los tiempos terminara de esa forma su carrera mundialista. Para otros fue justo que se castigara de esa forma al Diego por haber dado positivo en efedrina.

El comienzo del fin

La Albiceleste había quedado subcampeona en Italia ’90, tras caer 1-0 ante Alemania. En ese Mundial, Maradona no lució como en México ’86 y la frustración, luego de perder la final, se hizo notar en su rosto lleno de lágrimas. Con 28 años, Diego aún tenía la esperanza de jugar un Mundial más, pero antes la vida le tenía preparadas varias sorpresas.

Dio positivo en dopaje por primera vez, el 17 de marzo de 1991. Nápoles había disputado un partido ante el AS Bari y al término, Maradona fue elegido para hacer la prueba antidopaje. Luego de conocer el resultado, la Federación Italiana lo sancionó con 15 meses fuera de las canchas, por lo que Diego decidió partir a Argentina, durante el tiempo del castigo.

Ya en Buenos Aires, fue detenido por posesión de drogas, y un día después salió libre bajo fianza. La única condición fue que sometiera a un tratamiento de rehabilitación, lo cual hizo.

Después de la sanción Maradona sólo había jugado dos partidos con la Selección Argentina. Alfio Basile, por ese entonces era entrenador de la Albiceleste y decidió no convocarlo para la Copa América, mucho menos para las eliminatorias mundialistas; el sueño de jugar una Copa del Mundo más, se veía lejano.

El Mundial de 1994 estuvo a punto de escapársele de las manos a la Argentina, que tuvo que jugar repechaje ante Australia. Basile veía complicado el panorama y decidió pedirle a Maradona que regresara a la selección para enfrentar la repesca. Y así sucedió, Diego volvió a vestir los colores nacionales.

En el juego de ida empataron 1-1 en Sidney. La vuelta se jugó en el Monumental y Argentina con gol de Gabriel Omar Batistuta, se impuso 2-1 en el global a los australianos y logró meterse entre las 24 selecciones participantes en la Copa del Mundo de Estados Unidos ’94.

El último Mundial del ‘10’

Argentina formó parte del Grupo D junto a Nigeria, Bulgaria y Grecia. El objetivo de los dirigidos por Alfio Basile era conseguir la tercera corona, esa que no pudieron lograr cuatro años atrás en Italia ‘90.

En su primer duelo de la fase de grupos, la Albiceleste venció 4-0 a Grecia, con tres goles de Batistuta, que debutaba en los mundiales, y un golazo de Maradona, con el que desmostraba que estaba de vuelta.

El 25 de junio 1994 parecía ser un día normal en la vida de Diego Armando Maradona, se preparó para disputar el segundo partido de la fase de grupos, en esta ocasión el rival a vencer era Nigeria. Al minuto 8 anotó Siasia para los nigerianos, pero al 21’ Caniggia empató el encuentro y siete minutos más tarde firmó la remontada al concretar su doblete.

Nadie imaginaba que al finalizar el partido, el Diego sería seleccionado para la prueba de antidoping.

El 29 de junio de 1994, un día antes del partido ante Bulgaria, se informó que el ‘10’ de la Selección Argentina había dado positivo en dopaje por haber utilizado efedrina y se decidió expulsarlo de la concentración. Posteriormente se informó que el “Pelusa” sería suspendido por 15 meses de inactividad.

La Albiceleste recibió un golpe anímico al perder a uno de sus mejores hombres y no se pudo reponer. Sin Maradona, Argentina perdió el último partido la etapa de grupos ante Bulgaria por marcador 2-0. Clasificó a octavos pero cayó ante Rumania 3-2. El sueño de la tercera copa se frustró.

Tras conocer la noticia del dopaje, Diego habló con los medios y aseguró que “le cortaron las piernas”.

”No sé lo qué hacer. Me preparé muy bien para este mundial, me preparé como nunca. Me duele mucho porque me cortan las piernas, me dan por la cabeza, donde uno tiene la posibilidad de resurgir”.

“Estarán diciendo que me drogué para jugar… y yo juro y re contra juro, por mis hijas, que no me drogué. No necesito drogarme para jugar”, dijo en entrevista para Canal 13.

Y mandó un mensaje al pueblo argentino: “Lo único que quiero que quede claro a los argentinos es que no me drogué, que no corrí por la droga, corrí por el corazón y por la camiseta”, con lágrimas en los ojos y aún sin creer lo que estaba pasando, Maradona buscaba aclarar la situación.

Surgieron muchas versiones al respecto, que si la FIFA comploteó contra Diego, que si efectivamente utilizó la sustancia, que si los médicos estaban enterados. Lo único realmente cierto fue que el mejor jugador de la historia tuvo que marcharse por la puerta de atrás del Mundial de Estados Unidos ’94. Un Mundial que prometía ser la revancha de aquella final perdida frente Alemania en Italia ’90 y que terminó siendo el último de su carrera. Un Mundial que le cortó las piernas al '10'.