River no tuvo el rendimiento esperado y resignó la punta tras empatar 1-1 como visitante ante Olimpo de Bahía Blanca, en el encuentro que cerró la 16ª fecha del Torneo Final 2014.

El desarrollo del encuentro dejó jugadores que tuvieron una gran actuación como son los casos de Carlos Carbonero, autor del gol, y Jonathan Maidana, de una desatacada labor en la línea defensiva. Pero a su vez, algunos que tuvieron una tarea muy deslucida, como Manuel Lanzini, Jonathan Fabbro y Fernando Cavenaghi, que aportaron muy poco en ataque.

Cabe destacar que la actuación de los dos equipos se vio claramente afectado por el estado del campo de juego, que se encontraba en malas condiciones producto de la lluvia que cayó sobre Bahía Blanca algunas horas antes del partido.

Durante el comienzo del primer tiempo, River intentó lanzarse al ataque esencialmente a través de la velocidad de Carbonero y las escaladas por la banda izquierda de Leonel Vangioni. En esos primeros veinticinco minutos, tuvo un rendimiento estable, logró hacerse dueño del partido y como resultado llegó el gol del Carbonero, con el cual se ponía en ventaja.

A partir del minuto treinta, el Millonario mermó su rendimiento y dejó venir a Olimpo, que se basaba en pelotazos largos y pelotas paradas para inquietar el arco de Leandro Chichizola. De esa forma llegó el gol del equipo bahiense, convertido por Pablo Lugüercio de cabeza, tras un tiro libre de Leonardo Gil y un cabezazo dentro del área grande de Dylan Gissi. En esos últimos minutos de la primera parte, la defensa de River presentó algunas desatenciones, que terminaban en acciones de riesgo a favor del equipo rival.

En el inicio de la segunda mitad, se mantuvo la tendencia con la que terminaron los primeros 45 minutos. Olimpo intentando avanzar sobre el área rival y River defendiéndose. A pesar de esos embates del local, la defensa Riverplatense se mantuvo firme, en especial Maidana que a través de varios cruces y cierres oportunos, evitó que el Aurinegro generara mayor peligro sobre el arco de Chichizola.

La tendencia comenzaría levemente a revertirse a partir de los quince minutos. Ramón Díaz mandó a la cancha a Matías Kranevitter, en lugar de Cristian Ledesma (de discreto partido) y a Giovanni Simeone, en reemplazo de Fabbro, para intentar darle más ideas y un nuevo aire al equipo.

A partir de allí y hasta el final del encuentro, fue el poseedor de la pelota y las acciones, pero la pálida noche de sus atacantes, sumado a la falta de ideas y profundidad, impidieron que River pueda conseguir el triunfo que lo hubiese depositado nuevamente en la punta del campeonato.

Ahora el conjunto de Ramón Díaz deberá trabajar para los tres partidos que le retan (Racing, Argentinos Juniors y Quilmes), si desea tener aspiraciones de hacerse con el título en este irregular torneo.