El delantero de Independiente Diego Vera explicó que realizaron un "buen" partido de fútbol contra un equipo "duro" como lo es Belgrano de Córdoba que se conocen "hace rato" y destacó que, a pesar de comenzar perdiendo, lograron darlo vuelta a través de la concentración y el nivel que lograron.

Autor de dos goles en la victoria del Rojo sobre el Pirata por 4 a 1 en la semifinal de la Liguilla Pre-Libertadores, el charrúa volvió a aparecer entre el resto para ser figura una vez más de su equipo. Mostró toda su experiencia y hambre de gol en las que pudo tener. En primer lugar le reventó el arco al golero cordobés Juan Carlos Olave y en la segunda ocasión regaló una definición excepcional, que dejó al guardameta entregado sobre el suelo. Por tal despliegue, el público en el Estadio Libertadores de América lo ovacionó: “Me pone contento la ovación, pero queda ahí. No hay que distraerse, porque todavía quedan cosas por jugar”.

No hay que distraerse, porque todavía quedan cosas por jugar.

El oriundo de Montevideo consideró, en la conferencia que brindó este viernes en el predio de Villa Domínico, que el rival tenía las líneas "muy adelantadas" y que el gol los ayudó un poco, pero que igualmente habían seguido buscando el empate. Y agregó: "El segundo tiempo no lo arrancamos tan bien, pero con los goles se fue acomodando el equipo y fuimos mejorando. Nosotros tenemos que acostumbrar al equipo a ser sencillo, práctico y dinámico, juegue quien juegue, sea quien sea”.

Por otra parte, Vera opinó sobre su compañero Jesús Méndez que fue expulsado por la segunda tarjeta amarilla que le sacó el árbitro Silvio Trucco al final del encuentro, por sacarse la camiseta y regalársela a un hincha: “Me di cuenta tarde de lo que pasó con Jesús. Es una macana, un error nuestro, tenemos que afrontarlo. Vamos a sentir su ausencia. El que juegue por él, tiene que suplantarlo bien”.

Posteriormente, cuando fue consultado por el próximo contrario a enfrentar en la final de la Liguilla, manifestó que no tiene ninguna preferencia por algún rival (Estudiantes o Racing) y que la otra semifinal será un "buen" partido para sentarse a mirar. Y cerró: “Hoy hicimos un regenerativo, no hubo ninguna charla sobre el rival de la final. A esperar al vencedor y nada más”.

A esperar al vencedor y nada más.

Para finalizar, confesó que el famoso festejo del gol en el que realiza una letra C con la mano es debido al nombre de su esposa que se llama Celiana, pero -entre risas- comentó que en cualquier momento deberá cambiar porque tiene un nene que está creciendo y se va a dar cuenta.