En los papeles previos, el conjunto dirigido por Juan Manuel Azconzábal planteó un esquema táctico 4-5-1, con Cristian Ménendez como único delantero. Pese a que las condiciones climáticas incidieron en algún grado, en términos de estrategia fue fructífera la incursión por Sarandí.

En líneas generales, el partido fue fragmentado, desprolijo y con una catarata de errores que hizo que el desarrollo del juego fuese emocionante y poco vistoso. En la primera que tuvieron los tucumanos, no la desaprovecharon y la mandaron a guardar. El apellido del gol fue el ex jugador de Independiente y Quilmes, Cristian Menéndez, quien cabeceó para mandarla adonde duermen las arañas. Poco pudo hacer Fernando Pellegrino. Gol de Atlético Tucumán a los 29 minutos del primer tiempo.

El golpe psicológico le significó al Decano tomar el toro por las astas y animarse a más, como indicaba el slogan de una conocida marca de gaseosas. De hecho, el segundo tanto no se hizo esperar y a los 39 minutos, de penal, nuevamente el Polaco Menéndez le otorgó la alegría a los hinchas tucumanos.

Los altos niveles de emoción crecieron con el correr de los minutos, fruto de la "lucha" de los jugadores de ambos batallones con la lluvia. Ineludiblemente, el tiempo generó que el partido disponga de una multiplicidad de factores sorpresivos.

El complemento no fue ajeno a esa tendencia. Arsenal cambió la cara de la primera parte y puso en aprietos a los "pupilos" de Azconzábal, con un cabezazo impecable de Jonathan Botinelli (ex San Lorenzo y River) a los 48 minutos.

A partir de ahí, el encuentro se emparejó más y todo indicaba que la paridad era el resultado adecuado para un partido, realmente, "chivo". Sin embargo, se produjo un hecho curioso en Sarandí. No era la aparición de un plato volador ni los hechos aberrantes de las hinchadas (¡Si!, hubo hinchada visitante), sino el "Show de los penales", cuyo actor hollywoodense fue Jorge Baliño. En el primer penal cobrado, acertó, pero el de la mano durante el segundo tiempo, fue casual. En ese aspecto un protagonista, tal vez impensado, fue el guardameta, Fernando Pellegrino, quien atajó el penal y le puso pimienta al debate futbolístico.

Cuando el panorama se aclaraba para los jugadores de Sergio Rondina, vino el baldazo de agua fría y cayó el tercer gol: sí, apareció nuevamente el Bebegol, Guillermo Acosta, con un tiro que fue desviado y nada pudo hacer el ágil Pellegrino.

Atlético tuvo un comienzo similar al de la temporada pasada, que invita a soñar a la parcialidad decana. Ahora en el horizonte figura Estudiantes de La Plata. ¿Será la revancha después de ese polémico encuentro jugado en Buenos Aires? Lo sabremos en el próximo capítulo de la serie "El fútbol grande de la República Argentina".

Reviví los goles del partido aquí.