Le falta definición frente al arco rival, sufre de más, pero el Rojo encontró en estas últimas fechas un poco de aire y puntos, mérito de su técnico Omar De Felippe, quien aún sigue invicto desde su asunción.

En los papeles, el humilde Villa San Carlos (local en la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata) parecía un rival accesible para Independiente, pero con la experiencia del Rojo en las primeras fechas nadie podía confiarse. El primer susto para los de Avellaneda llegó con pocos segundos jugados. Troncoso dominó y pateó pero, como en las últimas fechas, el Ruso Rodríguez volvió a salvar el arco y Raberta se lo perdió en el rebote.

Independiente intentó reaccionar con algunos ataques mal concluidos y a los 12 minutos llegó la polémica del partido. Raberta cayó en el área, producto de un leve toque de Villalba y Pompei decidió que no fue penal, ante la queja del banco local.

El Rojo se dedicó a hacer pases por la mitad de la cancha, perdiendo la pelota fácilmente. Sin embargo, a los 26, en un momento chato del partido, Montenegro comenzó la jugada con Pisano, quién lo vio entrar libre a Valles por derecha y le tiró un pase extraordinario para que el lateral asista al centro del área al Rolfi, quien sólo tuvo que empujarla. 1-0 que el capitán gritó con el alma (frente a Banfield se lo sacó Cáceres).

Los de Berisso intentaron con Troncoso y Raberta, pero cayeron muchas veces en offside. Zapata y Razzotti comenzaron a controlar el mediocampo del Rojo hacia el final del primer tiempo .

En los primeros minutos del complemento, Independiente pudo agrandar la cuenta con tres posibilidades claras desperdiciadas por Montenegro, Pisano y Parra, en tan sólo tres minutos. Éste fue el mejor momento de los de De Felippe en el partido, con una actuación comparable al primer tiempo ante Aldosivi, en Avellaneda.

Los dirigidos por Ricardo Rezza no tuvieron un buen segundo tiempo y buscaron mediante contras por errores de su rival en ataque y desconcentraciones en el medio, pero no pudieron vencer al buen arquero Rodríguez quien, junto con Pisano, fueron los bastiones de los de Avellaneda. A los 41 los celestes reclamaron penal por una supuesta mano de Penco, pero la pelota pegó en el pecho del delantero y Pompei no compró.

Villa San Carlos se ubica último en las dos tablas (todavía no ganó) y deberá afirmarse si es que quiere mantener la categoría que acaba de lograr. Independiente ganó, le descontó tres al puntero, sumó su cuarto partido sin derrotas con De Felippe en el banco y salió de la zona de descenso, aunque aún tiene que mejorar en algunos aspectos y ganar contundencia si quiere ilusionar a sus hinchas y pelear arriba.