Fecha a fecha, rota el equipo. Sea por bajos rendimientos, suspensiones o lesiones. Éste último ítem es el que más preocupa a Camoranesi, ya que por este motivo (y futbolísticos también) no puede diagramar a su "once de memoria", y en muchas ocasiones tener que improvisar, incluso en pleno partido.

La fecha que viene será el lunes a las 19 contra Atlético Tucumán, equipo recién ascendido, en el Coliseo de Victoria. Sin embargo, el Decano vive un presente radicalmente opuesto al del Matador, ya que es escolta en la Zona 2, con 12 puntos (ganó 4 partidos, entre ellos a Racing Club y Boca), y sólo Lanús lo supera en la tabla (con 13 unidades). Un rival complicado, con la urgencia de conseguir los tres puntos en casa.

Para el encuentro ante los tucumanos, están descartados Martín Galmarini (desgarro en el bíceps femoral derecho; tres semanas afuera) y Federico González (esguince en el tobillo derecho, un mes al margen), ambos lesionados durante el primer tiempo en la derrota contra Temperley.

Otro soldado que seguirá afuera es Juan Carlos Blengio: El Chimi padece un desgarro en el bíceps femoral izquierdo, y son al menos 21 días más de recuperación.

Los que probablemente lleguen con el alta médica para el encuentro del lunes son Erik Godoy y Leandro Marín, que tiene para un par de días más de curación de sus desgarros. La necesidad de armar la defensa (ya que Santiago Izaguirre está suspendido, por roja) tal vez apure sus regresos a la cancha, pero eso lo evaluará el cuerpo técnico.

Muchas bajas y la lupa puesta sobre Camoranesi, cuando apenas lleva dirigidos cuarto partidos. El equipo sigue sin responder, y como él mismo manifestó, las lesiones no lo ayudan. Un problema que padecieron Fabián Alegre y Gustavo Alfaro también, y que parece no tener fin.