Entre enero y febrero de 2015, habían llegado nueve jugadores nuevos para reforzar al por entonces equipo de Gustavo Alfaro. En 2016, será difícil llegar a ése número, sin embargo, Mauro Camoranesi contará con su primera incorporación, Lucas Pittinari.
El volante surgió de Belgrano de Córdoba, donde debutó en 2009 y se fue en 2014. Su destino siguiente fue Colorado Rapids, de la liga estadounidense, lugar en el cual logró protagonismo en 2015 (30 partidos jugados, un gol). Tras su paso en la MLS, debía regresar al Pirata, pero volvió a la Argentina a jugar en el club de Victoria, firmando contrato a préstamo por 12 meses.
Lo curioso es que los últimos mercados de pases en el Matador estuvieron ligados al fútbol de Estados Unidos: en 2014, Matías Pérez García emigró a San José Earthquakes; mismo año de Sebastián Rincón, que llegó a Tigre luego de un paso en Portland Timbers; en 2015 arribó al club Agustín Pelletieri (hoy en Lanús), proveniente del Chivas estadounidense, y por último Erik Correa, que el verano pasado también vino desde Chivas USA.
Su bien no es un jugador con gol (lleva tres en su carrera), tiene despliegue, marca y experiencia internacional a sus 24 años. Además, la ida de Joaquín Arzura, obligó a la dirigencia a buscar rápidamente a un mediocampista central y llegó, del gusto del entrenador, para arrancar la pretemporada a la par de sus compañeros.
Camoranesi deberá armar un nuevo mediocampo, disponiendo del canterano Lucas Menossi, el rodaje de Horacio Orzán (titular con Alfaro) y el arribo de Pittinari, que le dará jerarquía al equipo, que sufrió varias bajas y que tiene la meta de mejorar lo hecho el campeonato anterior. Para eso, hay que seguir reforzándose. Hasta el momento, llegó el primero.