La noche del lunes mostró un partido extraño en el Madison Square Garden. Nueva York y Dallas tuvieron muchos problemas para anotar. Sin embargo, el cuadro local pudo quebrar su mal momento antes que el rival para imponerse 93-77.

El juego se vio marcado por una floja primera mitad por parte de ambos en la ofensiva. Ambos elencos tuvieron muchas falencias en la rotación de pelota y tampoco sus tiradores se mostraron precisos durante los 24 minutos. Después que los texanos tomaron ventaja en el primer cuarto (23-15), los dueños de casa emparejaron en el segundo parcial (36-39).

El encuentro se quebró en el tercer cuarto. Allí Carmelo Anthony acabó con la sequía Knick al acertar dos bombazos, cuatro dobles y lograr un 3-4 en tiros libres. Esta combinación le dio 17 puntos durante el tramo, mientras que Justin Holiday apareció muy bien desde el banco para sumar otras 7 unidades. Esto, sumado al 25% de campo (5-20) de Dallas en el tercer período, fue letal (67-51).

Después de unos primeros minutos en donde algunos titulares vieron acción, y que el rumbo no cambió, ambos entrenadores buscaron cerrar el juego con suplentes. Allí fue cuando el argentino Nicolás Brussino tuvo ocho minutos de juego en la visita y fue, junto a Barea, el hombre más acertado. Cinco puntos, dos rebotes, una asistencia y un bloqueo para redondear una actuación positiva en el conjunto de Carlisle.

Más allá de esto, Nueva York mantuvo su poderío ofensivo y en un parcial que terminó 26-26, se dio el triunfo local por 93-77. Carmelo Anthony y Kristaps Porzingis sumaron 24 puntos cada uno, aunque el ala-pívot complementó su actuación con 11 rebotes para un doble-doble. Harrison Barnes fue el más acertado en Dallas con 20 unidades, mientras que Juan José Barea complementó con 17 tantos.