A diferencia de algunos partidos que disputaron en el día previo, con marcadores de más de treinta puntos de diferencia (Knicks 49-81 Pistons)Indiana y Charlotte desarrollaron un juego muy parejo. Tal es así que el rumbo del partido se definió en el último cuarto.

Durante los tres primeros cuartos, la distancia no era mayor a cinco puntos, y casi siempre los separaba una sola posesión.

Ambos elencos terminaron con el mismo porcentaje de cancha con 41%, y la única diferencia en la tabla comparativa fue en los porcentajes de tiros desde tres puntos.Charlotte consiguió anotar un 32 por ciento sobre el 21 de su rival. Números flojisimos pero que a la larga con tan poca brecha, te da una ventaja en el marcador.

En lo individual, Hornets tuvo en sus filas varios destacados. El base Aaron Harrison no solo miró el aro sino que encontró muy bien posicionados a sus compañeros a la hora de pasar el balón, y con sus 15 puntos y seis asistencias, su equipo se mostró mejor en cancha sobre el final.

Otro de los que aportó y mucho en campo rival fue Gabe York, máximo anotador del juego con 18 unidades.

En Indiana mostraron lo suyo Glenn Robinson y Shayne Wittington. El escolta culminó con 16 tantos, cuatro atrapes y tres asistencias, mientras que el ala pívot colaboró con 12 puntos y siete rebotes.

Al cuarto final entraron con diferencia de tres, 56-53 para Charlotte. A Pacers le costó muchísimo recortar de manera que su adversario tomo primero ventaja de cinco y llegando a las seis del reloj los separaban ocho puntos de ventaja. (64-56)

Los minutos pasaron, Indiana no mejoró, y el resultado quedo establecido con doble dígito, 80 para Hornets, 70 para Pacers.