La fiesta de campeón de los Warriors fue perfecta. Primero vino la celebración con la icónica entrega de los anillos a los campeones, inclusive al DT Steve Kerr, quien no estará presente en estas primeras semanas de competencia por dos operaciones en su espalda. Luego vino una palabra de Stephen Curry, el jugador más destacado de la última temporada. Y para cerrar, un gran triunfo ante New Orleans Pelicans por 111-95 con una memorable actuación del base ya mencionado.

Los Pelicans jugaron bien ofensivamente el primer cuarto, ya que metieron buenos porcentajes de eficacia con un juego en la pintura liderado por Davis. Pero se olvidaron de alguien: Curry. El base del último campeón sacó a relucir todo su poderío anotador desde el comienzo y rompió cualquier libro de expertos que dice que los jugadores necesitan tiempo para entrar en ritmo. Con cuatro triplazos y cortes al aro imparables, el último MVP sumó 24 puntos en la primera docena para que su equipo se imponga 39-35.

Sin embargo, los Pelicans mantuvieron su juego interno y con ello llegaron a una racha que les permitió estar arriba por la mínima. Pero los dueños de casa respondieron nuevamente de la mano del número 30. Enfocado en la distribución de pelota, Curry hizo notar que no es solamente un tirador sino que lo hace todo. Con pases brillantes, mostró el camino para que los dirigidos momentáneamente por Walton recuperen la confianza. Un buen trabajo defensivo, principalmente de Draymond Green a Anthony Davis, permitió que los locales vayan al descanso arriba 59-49.

El trabajo defensivo sobre la figura de los Pelicans se mantuvo en la segunda mitad. La visita perdió su circuito de juego por la falta de presencia ofensiva de Davis. Del otro lado de la cancha, Curry siguió haciendo de las suyas. El base siguió en su rol de armador aunque casi siempre que encaró al aro fue letal, de hecho con su quinto triple de la noche llegó a 40 puntos. Su aporte permitió dejar a sus compañeros motivados a la hora de salir de la cancha y ellos trabajaron bien para que Golden State entre al último cuarto con un favorable 94-75.

Ante la imposibilidad de la visita para hacer una remontada, la última docena sirvió para la estadística. Los técnicos aprovecharon el pasaje para que tanto los titulares como los suplentes tomen ritmo. El juego de imprecisiones y una linda volcada de Ezeli fueron lo poco destacable de un pasaje que desembocó en el 108-93 final.

Con 40 puntos, Stephen Curry estableció un nuevo récord de anotación en la liga como MVP reinante en su primer partido. Además quedó quinto como el máximo anotador en un partido de apertura de NBA, a 11 unidades de la leyenda Wilt Chamberlain.

Los Warriors tendrán descanso hasta el viernes, cuando se midan ante los Rockets de Houston a las 22:30 (horario argentino). Los Pelicans no tendrán tiempo para lamentarse ya que este miércoles volverán a jugar. El equipo se trasladará a Portland, ya que desde las 23hs enfrentará a los Trail Blazers.