San Antonio vivió una pesadilla esta noche en el AT&T Center. El equipo de Popovich llegó a jugar por momentos el mejor básquet de la temporada, pero terminó cayendo ante los Detroit Pistons por 105-104.

Como en toda pesadilla, el comienzo fue bueno para los Spurs. El equipo de Popovich hizo un gran trabajo en ataque con la rotación de la pelota y golpeó cerca del aro, sobre todo desde la zona pintada. Aquí brillaron Jeff Ayres y Tim Duncan, quienes fueron imparables en la pintura porque los compañeros quitaron siempre del balance defensivo a los Pistons. En defensa los vestidos de blanco hicieron un buen trabajo en el marcaje y conteniendo los rebotes para evitar segundas chances. Producto de la efectividad, además del juego fluido, los Spurs sacaron un margen de diecisiete puntos (37-20) tras la primera docena de minutos.

La historia continuó positiva en el segundo período para los Spurs. El equipo de 'Pop' no pudo mantener la gran eficacia anotadora como en la primera docena, pero trabajó bien las posesiones en ataque con su juego de pases para seguir metiendo la pelota dentro del aro. Con Ginóbili como distribuidor, los vestidos de blanco anotaron. Sin embargo, les costó del otro lado de la cancha y los de azul respondieron con un buen trabajo de movimiento sin pelota para quebrar los esquemas defensivos. Los de Van Gundy se acercaron, pero San Antonio siguió al frente 58-47 para ir al descanso.

Tras el descanso, el monstruo se hizo presente en el AT&T Center. Dos errores en ataque de San Antonio y tres aciertos de su rival puso a los del este a cinco unidades tras 90 segundos. Jennings, Drummond y Caldwell Pope tomaron las riendas del juego e hicieron lo que quisieron contra una defensa de los Spurs que no logró reaccionar. En ataque los Texanos tuvieron una secuencia donde un error condujo a otro: las malas posesiones con pérdidas o tiros fallados le dio el liderago a Detroit. Además el gran trabajo a la hora de los rebotes por parte de los visitantes dejó atónito a San Antonio cuando los Pistons ingresaron al último cuarto con un 82-77 favorable.

En los primeros tres minutos del último cuarto los hombres de Popovich tuvieron una racha de 8-2 que les permitió pasar al frente (85-84). De allí en más se dio una lucha pareja entre ambos elencos donde San Antonio tuvo a 'Manu' como anotador y asistidor, mientras que Meeks hizo lo propio para Detroit. A falta de 10 segundos, Mills anotó uno de sus dos tiros libres para conseguir el 104-101. Como San Antonio no quiso arriesgar su liderazgo, tomó una sabia decisión y envió a Meeks a la línea. El ex Lakers cosechó ambos tiros pero los Spurs seguían al frente por uno (104-103) con ocho segundos por jugar.

Conseguir el desenlace feliz era simple: meter la pelota en juego para un compañero aseguraba una falta por parte de los de Van Gundy y simplemente había que cumplir en la línea. Pero el monstruo volvió a aparecer: Duncan tomó la pelota y su pase fue cortado por Drummond. El pivot pasó a Jennings y este corrió por la banda izquierda, cerca del aro lanzó y dio vuelta el marcador. Así consiguió la victoria por 105-104, aunque quedó 0.1 y Ginóbili no pudo conseguir desviar la pelota para el triunfo local.

Es una nueva dolorosa derrota para San Antonio, quien estuvo a poco de lograr su tercer triunfo al hilo y escapar al mal trago de diciembre 2014 (el peor mes en los últimos 15 años). Varios aspectos quedarán por analizar ya que tras una gran primera mitad donde el equipo jugo al ritmo de cuando fue campeón, perdió completamente el rumbo en la segunda parte. ¿Revancha para los de Popovich? El viernes ante Phoenix, otra vez en casa desde las 22:30 (horario argentino).

Resumen del partido