River le ganó 1-0 a Boca y se llevó el primer Superclásico del año, con gol de Miguel Borja de penal sobre el final del partido cuyo festejo desencadenó en una batalla campal que termino con 6 expulsados, esta noche en el Estadio Monumental.
El partido parecía terminar en empate cuando en el tiempo adicional del segundo tiempo, el árbitro del encuentro Darío Herrera sancionó penal para el conjunto millonario después de un mal despeje de Agustín Sandez que impactó en la pierna de Pablo Solari quien cayó desplomado en el área. Miguel Borja se encargó de capitalizarlo en gol.
Durante el festejo Agustín Palavecino le gritó el gol en la cara a los jugadores xeneixes y Sergio Romero salió del arco disparado contra el volante millonario. Fue entonces que se desató una batalla campal con corridas, empujones y piñas. Herrera fue contundente y repartió 6 tarjetas rojas, los expulsados fueron: Palavecino, Ezequiel Centurión y Elías Gomez de parte de River; Miguel Merentiel, Ezequiel Fernández y Nicolas Valentini de Boca.
"Se lo dije a todos los muchachos de River en la cara, con Marcelo Gallardo habían logrado que todo el mundo hable muy bien de ellos, y que un chico en vez de ir a festejar el gol con sus compañeros, nos lo venga a gritar en la cara, es una falta de respeto terrible", expresó Sergió Romero, arquero de Boca.
Con más de 83 mil hinchas en el Estadio Monumental, el equipo de Martín Demichelis impuso su juego y dominó el partido de principio a fin. Tuvo cinco oportunidades de gol claras que no pudo concretar por imprecisiones y por las atajadas de Chiquito Romero que se lució en el intento de defender el arco de Boca de los ataques millonarios.
Por el lado de Boca, Jorge Almirón realizó un planteo muy defensivo que llevó a sus jugadores a no patear al arco en todo el primer tiempo. En la segunda mitad del encuentro, Boca tendría su chance más clara con un tiro libre de Sebastián Villa que fue desviado al lateral por Franco Armani.
El primer superclásico del año terminó con 19 jugadores en el campo de juego tras las múltiples expulsiones del árbitro del partido y con el triunfo de River de manera agónica sobre el final.