El viernes pasado San Lorenzo sufrió una triste noticia porque falleció, víctima de un cáncer, uno de los delanteros más importantes de su historia: el Lobo Rodolfo Fischer. El atacante entró en la memoria de los hinchas azulgranas porque fue parte de los Matadores, quienes ganaron el Metropolitano de 1968 sin perder ningún compromiso. Además en 1972 volvió a ganar otro Metropolitano.

El delantero que nació en la provincia de Misiones, comenzó su carrera en 1965 en el Ciclón y tres años más tarde bajo la conducción del brasileño Tim, logró su primer título con esa histórica formación (los Matadores). En la final del torneo el Cuervo superó por 2 a 1 Estudiantes de La Plata y el tanto consagratorio lo marcó Fischer. En ese certamen el Lobo fue el goleador de San Lorenzo con 13 tantos. Uno de sus compañeros de esa inolvidable alineación, Victorio Cocco, destacó en un reportaje en el diario Nueva Roja: "Telch patrullaba y cortaba todo; (Oscar) Rendo tenía una tremenda dinámica, (Miguel Ángel) Tojo, mucho panorama. Después había calidad con Veira, velocidad con Pedro González, exquisitez con Veglio y la polenta con el Lobo Fischer".

Entre 1970 y 1972 se ganó un lugar en la Selección Argentina pero no lo pudo mantener. Con el correr de los años su forma de ser le trajo algunos problemas con algunos compañeros del plantel pero dentro del campo de juego su buen rendimiento se mantuvo. Igualmente en 1972, volvió a ser determinante en la carrera hacia un nuevo campeonato: el segundo Metropolitano. Después de ese nuevo certamen se marchó a Brasil porque fue transferido a Botafogo. Igualmente, para cerrar ese gran año, fue el segundo artillero del club con 11 conquistas, detrás de Rubén Ayala, quien convirtió 22 goles y fue clave en la campaña para alzarse con el campeonato Nacional de manera invicta.

En el elenco brasileño le costó un poco el proceso de adaptación pero a fuerza de goles lo revirtió y permaneció cinco años. En 1977 regresó a los Gauchos de Boedo en donde anotó 18 tantos en total pero un año después se despidió definitivamente debido a que Carlos Bilardo le comunicó que no lo iba a tener en cuenta.  Sin embargo su nombre y apellido quedaran grabados en la memoria del club porque es el tercer goleador. Delante de él están José Francisco Sanfilippo y Rinaldo Martino. Sus últimos días de futbolista los vivió en Sarmiento de Junín y en esa temporada marcó cuatro goles. Después de esa etapa como delantero, no trabajó como técnico pero por su carrera siempre estará ligada al fútbol.

Para cerrar la historia de Rodolfo Fischer, la Chancha Jorge Rinaldi, otro atacante que rindió en San Lorenzo resaltó en un reportaje con el diario La Nación: “Yo me hice hincha del Lobo Fischer. Me acuerdo y se me pone la piel de gallina. En mi familia son todos de Racing, pero vine a jugar a San Lorenzo desde los infantiles. Y con el tiempo un amigo mío que era fana del Ciclón me dijo: Vas a terminar siendo de San Lorenzo. Un día, en Ferro, el Lobo hace un gol; lo grito y me subo al alambrado. Y mi amigo me dice: Viste, Jorge, al final te hiciste de San Lorenzo…”