En la década de los ’60, en Boca Juniors debutaba un delantero con pinta de perfil bajo, de gran elegancia, y que poco mostraba a esa altura. Sin embargo, ese chico de 19 años que se presentaba en Primera División cambiaba totalmente cuando empezaba el partido, con una gambeta infernal y una audacia pocas veces vista. Ese atacante es Ángel Clemente Rojas, único entre los ídolos xeneizes, quizás el más grande hasta Diego Maradona o Juan Román Riquelme, en ser llamado por un apodo diminutivo: Rojitas.

El 4 de mayo de 2014, 70 años después del nacimiento de aquella leyenda, hizo su debut profesional Adrián Andrés Cubas. ¿Por qué esta introducción? Porque el volante central misionero presenta un perfil muy bajo, una elegancia destacable y, cuando el árbitro pita el silbatazo inicial, se transforma en un león del mediocampo, distanciándose de su apodo diminutivo: Cubitas.

Hoy, año 2016, quedó atrás aquella presentación del chico de 17 años con victoria por 3-1 ante All Boys. También se aleja aquel entrenamiento a cargo de Carlos Bianchi por el 2013, en que Riquelme, marcado por Cubas, exclamó: “¿Quién es ese pibe? ¡No me dejó tocar la pelota!”. Esta vez, bajo la batuta de Rodolfo Arruabarrena, primero, y Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, después, el volante central es parte del equipo titular, sólo a la sombra de Fernando Gago.

10 partidos disputó esta temporada, entre torneo local y Copa Libertadores. En otros cuatro fue suplente. Parecen pocos partidos para un equipo que disputa tres competencias y que, desde febrero, tuvo 26 partidos. Sin embargo, hay dos datos clave a tener en cuenta: el primero de ellos es la titularidad incuestionable de Pintita Gago. A pesar de la lesión del experimentado mediocampista, Cubas se vio a su sombra en más de un partido. El segundo, la inclusión del mismo Cubitas en la extensa lista de lesionados que afecta al plantel de los Mellizos Barros Schelotto. Justamente, el último encuentro en que participó el misionero fue la goleada por 6-2 sobre Deportivo Cali, por Copa Libertadores, donde se afectó el ligamento deltoide del tobillo derecho, lesión que demanda entre dos y tres meses de recuperación.

Pasando por alto este asunto de la baja en aquel partido de Copa Libertadores, el mediocampista se está ganando un gran lugar en el 11 ideal de Guillermo. Con un Gago de rendimientos altibajos, el juvenil se perfila para meterse entre los inamovibles, así como también ya está en la mira de Gerardo Martino, entrenador de la Selección Argentina, tanto para la Mayor, así como estuvo en la preliminar para los Juegos Olímpicos (la lesión lo margina). El destino le guardó un lugar en el hall de la fama a Rojitas. Sólo el tiempo dirá qué lugar tiene reservado para el nuevo diminutivo, para Cubitas.