Desde su llegada al club, Fernando Tobio corrió con la desventaja de que Daniel Díaz atravesaba un gran momento en el equipo, ya que era muy sólido en el fondo. Sin embargo, el juego del ex defensor del Palmeiras rindió siempre que le tocó entrar. Fue así, que con el correr de los partidos se fue ganando su lugar, tanto en el torneo local como en la Copa Libertadores.
La lesion del Cata Díaz previo al partido con Lanús, que lo marginó de las canchas, le dio la oportunidad a Tobio. Esto, sumado a lo que había mostrado en cotejos anteriores, le mostró al entrenador, Guillermo Barros Schelotto, que tenía una variante no solo de nombre en el esquema, sino también en la forma de juego. Es que a Boca, el marcador de 26 años, le sumó en defensa la posibilidad de jugar un tanto más adelantado, por su presencia en el área y justeza a la hora de cortar los pases entre líneas, hacían que el equipo tuviera mayores oportunidades de recuperar la pelota.
Mientras que en ataque, es claro que la altura con la que cuenta lo ayudan a crear más peligro en los tiros libres o córners. El técnico no hizo oidos sordos del presente del jugador y apostó por él también en partidos de Copa, en donde además de manter el nivel mostró carácter en los encuentros que fueron decisivos. Otro de los puntos que Guillermo apremió al brindarle más minutos, teniendo en cuenta que el equilibrio en la zona defensiva o más precisamente de la zaga central, lo brindaba Juan Manuel Insaurralde, con caracteristicas diferentes a la de Tobio, quien con ese respaldo tuvo mayores libertades a la hora de pasar intentar adelantarse unos metros en cancha.
Recordemos que el futbolista está a préstamo, el cual finalizaría en junio. Sin embargo, Boca cuenta con la opción de extender el contrato después de ese plazo, pero debe pagar la cláusula que impuso el Palmeiras.