Surgido del semillero xeneize, Sebastián Palacios tuvo su debut con el primer equipo en marzo de 2013 ante Unión. Sin embargo, su estadía en el primer equipo duraría poco, ya que el Tatengue decidió llevárselo a préstamo. Luego sería cedido a Arsenal, donde tuvo un buen andar.
Boca lo repatrió a principios de este año, a causa de la lesión de Cristian Pavón, la cual lo tuvo fuera de las canchas por tres meses. El Tucu Palacios estaba por volver a irse a préstamo, pero aprovechó la baja del delantero cordobés para ganarse un lugar en la consideración de Rodolfo Arruabarrena. Su velocidad en los últimos metros, le daba al entrenador una buena variante como segunda punta. Aunque corría de atrás, el Tucu se iba ganando los elogios y el DT decidió quedarse con él.
Palacios no venderá las camisetas que sí venden Carlos Tevez o Daniel Osvaldo, pero es un jugador que vale la pena seguir de cerca. Su gambeta en velocidad es capaz de complicar a más de un rival y ha llamado poderosamente la atención de propios y extraños. A mediados de este año, algunos equipos europeos se mostraron interesados en quedarse con los servicios del delantero tucumano.
A fuerza de goles y buenas actuaciones, el Tucu se ganó un lugar entre los titulares. Pero el regreso de Tevez alteró los planes del Vasco Arruabarrena. El entrenador, en principio, probó con el tridente ofensivo que conformaban Palacios, Carlitos y Jonathan Calleri; pero con el correr de los partidos el DT optó por dejar al surgido del semillero en el banco de suplentes. De esta forma, Nicolás Lodeiro tomó la posición de enganche y el Apache (Tevez) se fue unos metros más adelante.
El Tucu esperó su chance desde el banco, como ya lo había hecho en otras oportunidades con Carlos Bianchi como DT. Sin embargo, siempre fue uno de los primeros hombres a los que el Vasco llamó para cambiar el rumbo de un partido. Su explosión era una carta muy importante para el complemento y, de hecho, el delantero fue una pieza importante dentro del conjunto xeneize.
Quizás no estaba previsto que se quede dentro del plantel, pero sin dudas fue una de las mejores decisiones de Arruabarrena. El Tucu fue uno de los “refuerzos” que más rindió en este torneo de 30 equipos y, a Boca, no le costó nada. Solo un llamado a Arsenal, avisando que no se extendería el vínculo con su institución, sino que se quedaría en La Boca, con un único objetivo: salir campeón.
En el regreso de Tevez a la Bombonera, Palacios abrió el marcador