En la fría noche marplatense, Aldosivi y Lanús prometían un partido distinto en el Minella: la presencia de público visitante en una popular que hace varios años no recibía gente, alimentaba un clima festivo. Sin embargo, la alegría y las chicanas duraron demasiado poco.

El plantel del local se disponía a realizar la entrada en calor cerca de la tribuna donde estaba el público granate (parece insólito tener que expresar esto, pero teniendo en cuenta lo enferma que está la sociedad actual, fue un error de logística llevar a cabo el pre-calentamiento en esa zona de la cancha). Mientras hacían los ejercicios a cargo del preparador físico Carlos Bustamante, Pablo Lugüercio fue la víctima de un nuevo hecho de violencia al recibir un proyectil que partió desde la cabecera visitante y que impactó en el rostro del Payaso.

Luego del repudiable hecho, el plantel del Tiburón emprendió la ida a los vestuarios. Allí, el árbitro Ariel Penel fue informado sobre lo sucedido y realizó una reunión con los técnicos de ambos equipos (Teté Quiroz y Guillermo Barros Schelotto).

Finalmente, con una demora de 20 minutos y con el okey del jugador ante la consulta del juez, el partido se jugó. Pese a asumir el riesgo, tan bien no estaba Lugüercio: a los 7 de la etapa complementaria, debió abandonar el campo de juego por unos mareos. El local venció al Grana por 3 a 1, pero eso es anecdótico.

Luego del final del encuentro, el Payaso fue llevado a un centro de atención marplatense donde le diagnosticaron una “úlcera de córnea” en el ojo derecho.

El rostro del ex Racing y Estudiantes luego del partido. (Foto: Olé)

Luego de un par de horas, más tranquilo, el protagonista reflexionó sobre lo ocurrido: "Estamos muy equivocados, la pasión perdió el rumbo, es muy triste, va a haber un momento en el cual no va a haber hinchas". Además, el delantero se mostró arrepentido por haber jugado el partido. "No veía bien y decidí jugarlo igual. Ahora lo pienso y me pregunto: ¿para qué jugué? La verdad, estuve mal", admitió el delantero.

En medio de un gran revuelo por las cercanas elecciones presidenciales, los organismos de seguridad evalúan dar marcha atrás con la vuelta de los visitantes luego del incidente en Mar del Plata.

La decisión sería prohibir nuevamente el ingreso de la gente de la visita, al menos, lo que resta del 2015. Todavía no hay ninguna voz autorizada que haga oficial el rumor.

Sólo cuatro partidos se jugaron en Primera División con la parcialidad de ambos equipos (Arsenal - Olimpo, Estudiantes - Newell´s, Lanús - Independiente y Aldosivi - Lanús) y tuvimos que sufrir otro penoso hecho. Surge la inevitable pregunta que será cuestión de debate en todos los medios del país: ¿Estamos capacitados como sociedad para asistir a un espectáculo deportivo con gente que lleva una camiseta distinta a la nuestra?

Lamentablemente, en el fútbol argentino la nota la vuelven a dar los violentos. Y a partir de ellos, nos perjudicamos todos.