"Pelear en todos los frentes", es la consigna que claramente no cumplió Vélez en este año 2014. Quizás sea un consuelo la Supercopa Argentina ganada contra Arsenal allá por finales de enero. Pareciera quedar muy lejos aquel título que prometía un año próspero para el fortín. Poco duró la ilusión en Liniers.

La salida de Héctor Canteros y una delicada situación económica, dejaron como consecuencia un plantel muy corto que no llegó a pelear nunca ninguna de las cuatro competencias que afrontó este año. Ciclos de jugadores que parecieran estar terminados en la institución y flojos rendimientos contribuyeron a los malos resultados.

Tuvo sus altibajos el conjunto de Liniers. Con los altos rendimientos de Lucas Pratto y Jorge Correa, gran revelación, Vélez se permitió aspirar a algo más. Por ejemplo con las cuatro victorias consecutivas conseguidas en las primeras fechas del último Torneo de Transición 2014. Despúes sobrevino la lesión del coco y fue el oso, el único jugador que pudo mantener un nivel de juego superlativo.

Con más partidos perdidos que ganados (6 y 7 respectivamente) y con serias complicaciones a la hora de salir del Amalfitani, Vélez cerró un endeble año. Refuerzos que hasta ahora no funcionaron, como es el caso de Milton Caraglio, y juveniles en proceso de maduración como Yamil AsadLeonardo Rolón, el fortín quiere armarse y apuntar alto en el próximo año. Será Boca y el partido desempate en Mar del Plata el primer escollo del conjunto velezano en este largo camino a recorrer.

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