El 2014 será un año inolvidable para todos los hinchas azulgranas. Este equipo ha hecho historia. Con Edgardo Bauza a la cabeza y Leandro Romagnoli como capitán y estandarte, San Lorenzo obtuvo su primera Copa Libertadores y, además, se clasificó al Mundial de Clubes. Sin embargo, no todo fue color de rosas. En el segundo semestre, el Ciclón no pudo hacer pie en el torneo local.

Las ventas de Ignacio Piatti (Montreal Impact) y Ángel Correa (Atlético Madrid) a mediados de año, le causó varios dolores de cabeza al técnico. El equipo perdió sorpresa y verticalidad. A eso hay que sumarle el bajón propio que sufrieron los jugadores. Quizás, a causa del gran esfuerzo hecho en la obtención de la Copa, el plantel sufrió el cansancio, lo que derivó en un bajón futbolístico general.

Consciente de que no estaba haciendo un buen torneo y con el Mundial de Clubes cada vez más cerca, el plantel azulgrana se propuso terminar el Torneo Transición de la mejor forma posible. En los últimos partidos, el juego no mejoró demasiado, pero los resultados aparecieron.

Con la inyección anímica que significó el haber obtenido resultados positivos en las últimas fechas, San Lorenzo viajó a Marruecos con un único objetivo: llegar a la final del Mundial de Clubes.

La odisea en tierras africanas no fue sencillas. En las semifinales, el Ciclón se enfrentó al Auckland City FC, de Nueva Zelanda. El partido no fue para nada sencillo. El equipo que tiene entre sus filas al argentino Emiliano Tade (de buen partido), peleó de principio fin y San Lorenzo fue superado por momentos. Sin embargo, tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario, Mauro Matos le dio el pase a la tan ansiada final. De esta forma, el conjunto de Boedo se enfrentaba al poderoso Real Madrid.

El objetivo estaba cumplido y el Ciclón fue por la hazaña. Pero Cristiano Ronaldo y compañía fueron demasiado para el humilde San Lorenzo. Los galácticos dominaron de principio a fin, aunque el Cuervo tuvo algunas chances de contra, y se quedaron con el torneo más importante a nivel clubes.

Aún así, el Ciclón se convirtió en un poderoso exponente del fútbol argentino a nivel internacional. Sin embargo, a nivel local no se puede decir lo mismo. San Lorenzo careció de regularidad y no estuvo siquiera cerca de pelear el campeonato con River y mucho menos con Racing. Pero obtuvo un logro importantísimo en su historia.

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