El 13 de diciembre de 1998, San Lorenzo enfrentaba a Racing y perdía por 3 a 2. Quizás, para muchos era un día normal, tal vez no muchos recuerden aquel partido, porque no se jugaban nada ambos equipos. Pero los que si lo tienen en su mente, y agradecen aquel partido, son los hinchas del Ciclón, ya que ese día, con tan sólo 17 años, nacía un nuevo ídolo para la institución de Boedo. Debutaba y pisaba por primera vez el verde césped del Nuevo Gasómetro, Leandro El Pipi Romagnoli.

Su magia había comenzado desde muy chico, cuando el Pipi hacía sus primeros partidos en el club Franja de Oro y ya empezaba a destacarse de entre los jóvenes de su edad. Esa calidad y sutileza ya resaltaba por sobre el resto, es por eso que le llegó la oportunidad de arribar a San Lorenzo, para obtener varios títulos. También, logró hacer una carrera importante en el Veracruz de México y el Sporting de Lisboa.

Con apena 22 años, Romagnoli, ya había ganado el Torneo Clausura 2001, la Copa Mercosur del mismo año y la Copa Sudamericana del 2002. Además había conseguido ganar en el 2001 el Mundial Sub 20 realizado en Argentina, nada más y nada menos que con la número 10 en la espalda y compartiendo equipo con jugadores como Javier Saviola, Maximiliano Rodríguez y Andrés D´Alessandro. Ya hace cuatro años que volvió a la Argentina y que regresó a San Lorenzo para demostrar que el buen fútbol sigue existiendo y por sobre todo para hacer feliz al hincha del Ciclón. Aunque en su regreso no todo fue perfecto, ya que tuvo que luchar por mantener la categoría y posteriormente recuperarse de la rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, el enganche sueña con volver a ganar títulos con la camiseta azulgrana, el club del cual es hincha. Si, del cual es hincha, ya que, a pesar de que muchos duden, él lo aclaró más de una vez. Romagnoli es amado por los hincha de San Lorenzo, porque es aquel que lloró, se emocionó y hasta llegó a cantar a la par de los hinchas durante un partido frente a Independiente.

Ese que ven correr como si tuviera 20 años, el que pide la pelota en los malos momentos, el que hace levantar a sus compañeros en cada derrota, ese que en Colombia creó una obra de arte y marcó uno de los goles más lindos e importantes de la historia azulgrana ya que fue en una final, ese que por desgracia de la vida o por culpa de alguien que no ama el buen fútbol tuvo varias lesiones y siguió adelante, el que por más que su rodilla le dijo basta durante un partido intentó seguir por el amor a San lorenzo, ese que volvió a desplegar magia en el 3 a 2 frente a Newell's para hacer una gran jugada y lanzar un centro para que Emmanuel Gigliotti convierta el gol de la victoria, ese que es querido por todos sus compañeros, ese que es ídolo de muchos jóvenes que están haciendo sus primeros partidos en el club, el que es amado por miles de cuervos y por muchos otros que disfrutan de su fútbol, ese es Leandro El Pipi Romagnoli.