En la lista de deportistas argentinos con expectativa de medalla, había un nombre que resaltaba en natación: Federico Grabich. Sin embargo, hasta el momento, el casildense no pudo cumplir las ilusiones depositadas sobre su espalda.

Finalizó 6to en su serie con un tiempo de 48.78 segundos; pero quedó vigésimo segundo en la tabla general, por ende, no pudo acceder a los semifinales. ¿Cuánto le faltó? Con 20 centésimas menos, se metía en las etapas decisivas. "La peleé hasta los 75 metros, me quedé sin final", confesó el propio nadador tras la competencia.

La cantidad de récords aplastados en estos Juegos Olímpicos dan cuenta del gran momento que pasan los atletas, y Federico Grabich es consciente de eso.  "Me sorprendió el nivel. Vos llegás esperando que haya 20 atletas en el mismo nivel y resulta que hay 30", se sinceró. Más allá de ello, el argentino también admitió que, pese a estar "muy tranquilo con su preparación y por haber dado el máximo", entiende que podría "haber logrado mejores tiempos".

"Con el tiempo que hizo el 16°, en un Mundial entra 8°",   reflexionó Grabich.

Los buenos resultados en competencias recientes (Bronce en el Mundial de Kazan 2015), sumado a que ya tenía experiencia olímpica (Londres 2012), hacían suponer que Grabich podía brindarle un podio a nuestro país. Tras fallar en los 100 y 200 metros libres, a Federico le queda participar en 50m libres: será el jueves, a las 13:15 horas. Los especialistas no dudan en afirmarlo: en la competencia que le resta, el santafecino puede quedarse con una presea.  Ojalá así sea.

Río 2016 no viene siendo un grato recuerdo para la Natación argentina: ni un compatriota logró clasificar a las siguientes fases en ninguna de las respectivas competiciones. No obstante, todavía hay chances (el propio Grabich y Martín Naidich) de romper esa racha.