Paula Pareto fue una de las apuestas máximas de la delegación argentina para los Juegos Olímpicos de Río 2016. Con tan sólo 1,5 de altura, la “Peque” alcanzó la gloria tras ubicarse en lo más alto de la categoría de hasta 48 kilos en judo.

La judoca fue la encargada de brindarle a la Argentina su primera medalla, y de emocionar a todos los argentinos en el mundo.

De “Peque” no tiene nada; su debut en los Juegos fue implacable. En la mañana del día sábado, primer día después de la ceremonia inaugural, Pareto se midió ante la rusa Irina Dolgova, la campeona juvenil, a la cual en 3:23 derrotó con un ippon, lo que es un nocaut en judo. Durante toda la pelea, Paula tuvo el control, sumó dos puntos por yuko y después lo que fue el lance definitivo. Para ese entonces, el Arena Carioca 2 de Barra explotó de felicidad y las apuestas se reforzaron.

Su siguiente obstáculo fue la húngara Eva Csernoviczki, con diez centímetros demás. A pesar de su molestia en el isquiotibial izquierdo que le causó la húngara al inicio del combate, la “Peque” apostó a los lances, y en poco más de un minuto ya estaba en semifinales.

Entre lágrimas y nerviosismo, se hizo eterna la espera para enfrentar a la japonesa Ami Kondo, que de vencerla las puertas olímpicas se abrían de par en par. Y así fue. Nuestra “Peque” Pareto se mostró contundente en su defensa, clavada al tatami, y así venció a la asiática por la mínima diferencia, tras cumplirse el total del tiempo. En media hora se disputaba la final pero Pareto ya había asegurado una medalla para la República Argentina. El sueño olímpico estaba en el umbral.

El tiempo pasó y se observó cómo el público albiceleste no dejaba de arengar a nuestra judoca y hacerla sentir como si peleara en casa. Entre cánticos y lágrimas la final llegó, y en el otro extremo la esperaba la coreana Bokyeong Jeong, un duro oponente. Sin más, el combate inició y con una defensa impecable, Pareto hacía frente al ataque del rival. Pero tras haber transcurrido apenas un minuto, la “Peque” dio vuelta la situación y venció la defensa de la asiática, con gran velocidad y talento. La ventaja era albiceleste y quedaban segundos, pero el éxtasis era increíble en ese estadio y en cada casa donde haya un alma argentina. La de Asia había sido penalizada por salir del tatami y por otra infracción. Sin más, el tiempo pasó, y a pesar de los intentos de Bokyeong Jeong de igualar la situación, fueron en vano. Por waza-ari, Paula Belén Pareto hizo historia.

La judoca se convirtió en la primera mujer de Argentina en ganar dos medallas olímpicas (bronce en Beijing 2008 y oro en Río 2016), en pruebas individuales. Orgullo argentino. 

Tras la consagración, Pareto recibió su merecida medalla y se escuchó el himno argentino. Luego de ello, la judoca declaró ante las cámaras que "es un sueño hecho realidad... si lo soñaba mejor no podía ser". Sin más, sintetizó su jornada de combate, diciendo que "fueron luchas complicadas que pudieron resolverse con lances".

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