Tras el fracaso de los Juegos Olímpicos de París 1900, el certamen deportivo más importante en la historia de la humanidad volvía a Francia justo para el momento en el que el mandato de Pierre de Coubertin al frente del Comité Olímpico Internacional culminaba para dar paso al belga Henri de Baillet-Latour.

Respecto a la segunda edición de los Juegos, estos contaron con el total apoyo del gobierno galo y los fondos necesarios para que los Juegos se desarrollaran en el barrio de Colombes, donde se construyó el estadio Yves du Manoir.

El número de países participantes aumente de 29 a 44, quienes llevan 3.092 atletas (2.956 hombres y 136 mujeres) que compiten en 126 eventos. En la ceremonia de clausura se instaura la práctica de izar las banderas del COI, del país organizador y del próximo anfitrión.

Nuevamente sin la presencia de Alemania a causa de la Primera Guerra Mundial, el hecho más destacado, por lo menos para nuestro país, es la participación de Argentina como nación con un total de 93 deportistas (una sola mujer), con Enrique Thompson (decatlón) como abanderado.
El boxeador Pedro Quartucci, en la categoría pluma, obtuvo la primera medalla para su país. Fue plata al caer en la final con el estadounidense Joseph Salas.
El primer oro olímpico vino de la mano del equipo de polo formado por Juan Nelson, Enrique Padilla, Arturo Kenny y Juan Miles, que derrotaron al local en la final.

Una de las innovaciones es la incorporación de la Villa Olímpica, siendo esta una idea para reunir a todos los participantes en un solo predio. Se utilizaron una serie de barracas situadas cerca del estadio para acomodar a varias delegaciones.

Nuevamente el finlandés Paavo Nurmi gana dos oros el mismo día en las pruebas de 1.500 y 5.000 mil metros. Johnny Weismüller, con tan sólo 20 años, logra dos medallas de oro (400 m y en relevos 4x200 m libre) y una de bronce en natación.