Desde su vuelta a Primera División, allá por 2007 y tras dejar en el camino a varios pesos pesados, Tigre se afianzó notablemente, llegando a estar a nada de consagraciones, tanto a nivel local como internacional. Por supuesto, en estos ocho años del Matador en la A, han habido tiempos de crisis e inestabilidad por los promedios de descenso. Así y todo, Tigre se afianzó en cuanto a puntaje en los últimos años y se abre el debate: ¿Hay que seguir por este camino, de sumar para mantenerse en la categoría, o apostar a dar el gran salto y aspirar por un título, como se dio en años anteriores?

El DT había señalado que Tigre “redondeó una buena campaña en el torneo de 30 equipos”, (Tigre salió 11°, con 46 unidades), teniendo en cuenta que los equipos grandes y de más presupuesto están más preparados para afrontar un certamen largo. No obstante, el torneo que viene es semestral y no se medirá con todos los equipos, sino con sólo 14 de los 29 restantes. Es decir, que una buena racha puede posicionar al elenco de Victoria en el lote de conversación, cosa que no pudo mantener en 2015, cuando llegó el receso de mitad de año y se fueron dos jugadores determinantes para Alfaro (Facundo Bertoglio y Marcelo Larrondo).

El Matador, quien supo pelear hasta el final los torneos cortos (Apertura 2007, Apertura 2008, Clausura y Sudamericana 2012), tendrá un duro desafío por delante, con la incógnita de saber para qué está el equipo, que se irá resolviendo con el correr de las fechas.

Se marcharon jugadores que fueron muy importantes en 2015, como Leandro González Pirez (que sólo faltó a un partido de todos los que jugó Tigre el año pasado), Ernesto Goñi (lateral por izquierda) y Facundo Sánchez (volante que fue evolucionando y aportaba mucho gol). Mucho trabajo para el DT, que cuenta con nueas incorporaciones y una buena base para encarar el 2016 de la mejor manera.