En barrio Jardín se rumoreaba que había un jugador nigeriano a prueba en el Club, provocando la lógica sorpresa y curiosidad de todo el Mundo Talleres. Claro, es difícil que un africano pase desapercibido en Córdoba. No sólo por su color de piel, sino con el solo hecho de escucharlo se identificaba un acento ajeno a este continente.

Se trataba de Okikola Afolabi, ahora conocido por “Okiki”, que estuvo varios días bajo la atenta mirada de Frank Darío Kudelka y todo el cuerpo técnico para definir si lo incorporaban o no. El tema era el cupo para extranjeros y justamente se estaba negociando por un jugador extranjero para reforzar a Talleres.

Kudelka había expresado que si Okiki fuera argentino, ya estaría incorporado. El técnico lo tenía muy en cuenta, ya que lo convocó para la segunda pretemporada que realizó Talleres en Santa Fe y, además, lo puso 8 minutos en el amistoso ante Racing de Córdoba, jugado en Nueva Italia, que terminó 1 a 1. En ésos pocos minutos se ganó la simpatía de toda la parcialidad albiazul que pedían que se quede.

Finalmente, tanto la dirigencia como el técnico dieron el visto bueno y, al no traer otro jugador extranjero, Okiki firmó contrato a préstamo por un año con opción de compra y su incorporación pasó a ser definitiva. De esta manera, el cupo de 4 extranjeros está lleno con él, el paraguayo Burgos, el uruguayo Cotugno y el chileno Muñoz.

El delantero, nacido hace 22 años en Ibadan y de gran porte físico (1,92 metros), debutó en el fútbol de su país y viene de jugar en el Sunshine Stars, siendo el goleador de la liga local con 13 goles. Además, jugó para la Sub 20 y Sub 23 de su país.

Ahora, Okiki estará a disposición de Kudelka para el Plantel Superior que está jugando el Torneo de Primera División o, en su defecto, para la Reserva dirigida por Lucas Bovaglio.

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