De los tres delanteros de área de primer nivel que tiene San Lorenzo de Almagro, se especulaba que el que más le gustaba al técnico Pablo Guede era el uruguayo Martín Cauteruccio, quien finalmente fue el que arrancó jugando la primera fecha del torneo en el empate por 2-2 ante Patronato.

Sin embargo, su falta de puntería, malas decisiones (una de las que más se le reprochó es una situación con el arco a su merced ante Gremio, de local, por la Copa Libertadores, que podría haber cambiado las cosas) y la aparición goleadora de Nicolás Blandi lo fueron llevando al banco de suplentes. También generó dudas y murmullos en la gente que esperaba que volviera a ser el delantero letal que era cuando llegó al club pero que desde que volvió a jugar tras la recuperación de la rotura de ligamentos en una de sus rodillas, hace aproximadamente dos años, sólo tuvo insinuaciones.

De todas maneras, siempre se las arregló para hacerse un lugar en el equipo, ya sea ingresando en segundos tiempos o siendo titular cuando no podía estar Blandi o jugando en otra posición, como de volante o extremo por izquierda. Es más, de los tres nueves, fue el que estuvo en más partidos (15).

Su cuenta pendiente fueron los goles ya que solamente marcó dos y para un delantero como él es muy poco. Uno de ellos fue clave ya que fue el del triunfo ante Godoy Cruz, en Mendoza, el cual fue su mejor partido. El otro fue el que liquidó el encuentro en el 2-0 ante Colón, en Santa Fe.

Es un gran delantero que no está en su mejor momento en el Ciclón pero es muy recuparable. Habrá que ver si continúa en el club o es vendido, pero en principio se quedará porque a principios de año renovó contrato hasta el 2019.

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