En los últimos años, varios jugadores llevaron la 10 en la espalda, un número histórico para River, quien la utiliza el distinto, el que puede marcar la diferencia. De 2010 a la fecha, la portaron  Erik Lamela, Alejandro Domínguez, Manuel Lanzini, Tomás Martínez; y hoy por hoy, Gonzalo Martínez. Sin embargo, ninguno de ellos es un enganche natural, han rendido mejor en otros puestos. Es así que con la llegada de Andrés D´Alessandro, tras haberlo ganado todo en Inter de Porto Alegre, la 10 volverá a tener dueño .

Con 34 años, la experiencia del Cabezón es asombrosa. Tras irse de River, allá por 2003, jugó en Alemania, Inglaterra, España, un paso fugaz (muy recordado y polémico) por San Lorenzo; en Brasil logró esa explosión que tuvo en sus primeros años en Núñez.

El zurdo, de gran talento, pegada perfecta en las pelotas paradas, claridad para asistir y eficacia para anotar en la red adversaria, se suma a la personalidad que impone en el verde césped, por lo que tendrá un fuerte rol de líder dentro del equipo.

Con el Pity Martínez y Leo Pisculichi, Gallardo ha intentado volver al 4-3-1-2, pero el ex Huracán tiene intermitencias, al igual que Piscu, que se siente más cómodo volcado en una banda y es más determinante en tiros libres o córners. Al Muñeco le faltaba un jugador que aporte pausa, panorama y velocidad, y lo tendrá con el Cabezón.

D´Alessandro se despidió de River con tres títulos locales en su haber, pero aún tiene la espina de la Copa Libertadores, aquella que ganó en Inter en 2010, aunque en La Banda no ha logrado pergaminos internacionales; cosa que sí lograron, por ejemplo, Lucho González y Javier Saviola sí pudieron en sus regresos. Ritmo tiene y la calidad sigue intacta. La Boba tendrá su reencuentro con el césped del Monumental.