El delantero del Millo, que llegó hace apenas siete meses, significó en el club un delantero que hace tiempo no se veía. Goleador de raza, siempre con su voluntad y entendimiento del juego, hace que Lucas se convirtiera rápidamente en una pieza vital para el elenco de Napoleón.

Por su parte, Carlos Tevez, el emblema del conjunto Xeneize, buscará un cambio en la opinión del hincha de Boca ante las tres derrotas consecutivas en éste verano para encarar de la mejor manera el partido clave ante San Lorenzo, correspondiente a la Supercopa Argentina, que se jugará el 10 de febrero.

Dos equipos que son el símbolo de la Argentina. Su última actuación en el campo de juego, que precisamente tuvo todo menos creatividad, fútbol y elegancia, logró que hasta el presidente de la nación hablara al respecto.

“Claramente esperamos todos los argentinos, los que somos de Boca o de River, de otros equipos o los que no les gusta el futbol que se vea en la cancha un espectáculo que tenga que ver con el deporte, no lo que vimos el sábado pasado, que fue cualquier cosa menos eso”, Mauricio Macri y su declaración sobre el último Superclásico.

Pero hablemos de lo que más nos gusta. Goles, buen fútbol y talento. Esas características son complementadas a la perfección por estos dos futbolistas que son prácticamente el emblema de sus equipos a la hora de definir el juego colectivo y la creatividad en cada ocasión ofensiva que se presente en los partidos.

Lucas Alario, jugador que supo meter goles en las semifinales y finales de la Copa Libertadores de América del año pasado para coronar campeón a River, después de 19 años de sequía, hoy en día será un referente del ataque en las nuevas competiciones y quiere empezar a mejorar su productividad para el plantel. Vale la pena recordar, que Alario jugó dos partidos en el verano, ante Independiente y Boca, en los cuales no marcó goles aún.

Mientras tanto, Carlos Tevez se encuentra sumergido, junto al plantel Xeneize, en críticas incesantes al ver un equipo sin rumbo en el campo de juego y que aún no encuentra el funcionamiento que exige el Vasco Arruabarrena a pocos días de comenzar los partidos oficiales para Boca.

El Apache, ese ídolo que volvió y ya lleva dos títulos en la espalda en apenas seis meses desde su arribo a la Argentina, tendrá su revancha personal ya que jugará nuevamente ante River luego del insólito penal que hizo en el primer Superclásico del año, que derivo en el gol de Leonardo Pisculichi y la victoria del Millonario sobre el equipo azul y oro.

De esta manera, los dos emblemas de la efectividad, el gol y el talento por parte de River y Boca, buscarán llevar a su equipo a lo más alto del verano. Encarar las competencias oficiales, teniendo un buen verano hace revalorizar la confianza en el plantel, y por éste motivo los dos entrenadores decidieron ir con titulares al partido que se disputará en Mendoza el día de mañana.