Después de un semestre en el que Racing quedó eliminado de la Copa Libertadores y dejó, mucho antes, la pelea por el campeonato, Marcos Acuña se perfila como el mejor jugador de todo ese tiempo. Regular, con marca, y mucha llegada al gol se convirtió en uno de los preferidos de Facundo Sava.

El Huevo, que parecía un jugador muy tímido cuando llegó a Racing en 2014, logró acomodarse en un plantel de renombre y ser uno de los titulares indiscutidos con Sava ya que con Diego Cocca quedó un poco más relegado al banco de suplentes con el arribo del Paraguayo Óscar Romero. Luego del partido por el campeonato frente a Estudiantes, dirigentes del Inter de Italia quedaron maravillados con las habilidades que el volante zurdo ofrece al mediocampo académico.

Durante el verano pasado, una entidad mexicana quiso quedarse con él, pero Racing logró retenerlo. Aunque con el nivel demostrado a lo largo del semestre parece muy complicado que se quede. Ahora, si alguien quiere los servicios de Acuña deberá desembolsar ocho millones de euros netos (que Racing se repartirá con Ferro, dueño del otro 50% del pase). Víctor Blanco, presidente académico, admitió que si es por el lo declaran intransferible. "No queremos escuchar ofertas por él", soltó el mandamás.

Las características que más demostró el Huevo fueron su garra y velocidad. Este semestre le costó más llegar al gol e incluso por el planteo de Sava varias veces tuvo que colocarse unos metros más atrás para dar una mano en defensa. Siempre se mostró abierto para generar una contra o tirar centros venenosos al corazón del área donde los delanteros pueden descolocar completamente al arquero rival. Su gran pegada quedó reinvindicada con el golazo que convirtió por Copa Argentina el pasado miércoles, además del tiro libre que pasó muy cerca del poste de Gimnasia y Tiro.

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Sobre el autor
Santiago Ferrer
Estudiante de Periodismo Deportivo en Deportea