Primer partido chivo, frente a River en El Monumental, derrota por 5 – 1. Segunda fecha, primera de local. Derrota 4 - 2 contra Colón. En ambos partidos los desórdenes de la defensa y los errores en retroceso costaron caros. Cambios en el equipo. Grelak decide hacerlo menos ofensivo y más compacto. Llegaron 4 empates. Banfield y Patronato de visitante. Sarmiento y Olimpo en Quilmes.

Llegaba la octava fecha y comenzaron los problemas extra futbolísticos. El plantel decidió no concentrarse por falta de pago. Se encontraban horas antes de cada partido. Esta acción se repetiría casi hasta el final del campeonato. Paradójicamente comenzaron a aparecer los resultados positivos. Aunque serian pocos.

Octava fecha dijimos. Quilmes vencería de local a San Lorenzo por 3 – 0 en un gran partido. La próxima semana el conjunto de Grelak vencería a Vélez por 2 – 0 de visitante. Parecía que la remontada llegaba, pero no fue así. 3 derrotas consecutivas. 1 - 0 ante GELP, 4 – 1 ante Arsenal y 2 – 0 ante Temperley. En la fecha siguiente, la de los clásicos, Quilmes volvería a la victoria por 2 – 0 ante Temperley, de local.

Las próximas fechas serían una derrota ante Godoy Cruz por 3 -1 y un empate en Córdoba ante Belgrano. El Cervecero sumaba 14 puntos, y a tres fechas del final, el objetivo de llegar a 20 puntos estaba vigente. Aunque desde aquí, el reclamo llegó a su máximo punto. A la decisión de no concentrarse se sumó la decisión de no entrenar. Las últimas 3 fechas fueron empate ante Rosario Central y sendas derrotas frente a Godoy Cruz e Independiente.

Terminó el campeonato. Quilmes quedaba anteúltimo con 3 triunfos, 6 empates y 7 derrotas. Solo un 31% de efectividad. 21 goles a favor y 32 en contra. Un semestre durísimo para el club, tanto en lo deportivo como en lo económico. Varios partidos se le escaparon al final. Podemos decir que Quilmes mereció mas.

El próximo campeonato, que no sabemos cómo será, Quilmes arrancará con promedio de 1.136 con 5 equipos abajo. No es malo, pero tampoco tan bueno. Deberá hacer un campeonato muy bueno para no pensar en el descenso. Termina un semestre en el que, como institución, les tocó sufrir. Arranca un nuevo semestre y Quilmes deberá transformarse y tratar de ser protagonista de la elite del fútbol argentino.