Figurita repetida. Otra vez dos expulsiones, otra vez dos goles, otra vez ganó Lanús. Por la duodécima fecha del Torneo de Transición, el Grana recibió a Banfield en su cancha en el fin de semana de los clásicos. Ya le había ganado al Taladro en el Florencio Sola, dos semanas atrás por 2 a 0. Acorta así la distancia en el historial que lidera Banfield, pero ahora por 8 partidos.

El partido mostró poco fútbol y mucha lucha. Del típico partido que se gana más con actitud que superando técnicamente al rival. Y eso demostró Lanús este sábado por la tarde-noche, actitud. Ya venían con la cabeza en alto de haberle ganado a su eterno rival en su propia cancha, y ahora quería ratificarlo de local. Y así fue, el Grana sigue demostrando que su Fortaleza es impenetrable. Los equipos se presentaban de maneras muy distintas, Lanús lidera la Zona 1 con total comodidad ya que, Estudiantes, su único perseguidor, se encuentra tres puntos por detrás. Banfield por su parte, buscaba salir del sector del fondo en la Zona 1, pero venía con un envión por ganarle a Patronato en la jornada anterior.

El partido se jugó mucho en la mitad de la cancha. Banfield en ningún momento propuso una idea clara de juego, salvo al principio del primer tiempo, en el que presento una gran presión en las inmediaciones del área defendida por Fernando Monetti. Los locales, en cambio, aportaron a un juego distinto al que venían mostrando a lo largo del torneo. No se pudo apreciar ese equipo que le gusta salir jugando de abajo, que hace circular la pelota, ni siquiera ese equipo que se agazapa en su campo y sale de contra. La temprana expulsión de Iván Marcone, a los 16 minutos del pitido inicial para ser precisos, dejó descolocado el medio campo del plantel dirigido por Jorge Almirón. Sumado a que Banfield presentaba una línea de 5 mediocampistas, con un Erviti casi de enganche, pero que también se sumaba a la marca cuando era necesario. Se destaca además, la impecable actuación de Iván Rossi, omnipresente en el campo, fue la figura del visitante. A Lanús le costó generar juego y tuvo escasas situaciones para llegar al gol. Dependió mucho de la presencia de Román Martínez que se adueñó de la mitad de la cancha, defendió y atacó, incluso tuvo las más claras para convertir. Un partido memorable para el ex Estudiantes de La Plata, que ya se ganó el cariño de los hinchas granates. Sobre el final del primer tiempo, hubo un polémico penal para Lanús. Posteriormente, Hilario Navarro le tapo el tiro desde los 12 pasos a José Sand.

En el segundo tiempo, el ingreso de Víctor Ayala por Pablo Mouche le dio un rotundo cambio al encuentro. El paraguayo se convirtió en el jugador más desequilibrante del local y el más seguro en defensa. Su presencia fue determinante para el desarrollo del complemento. En el inicio del complemento, Banfield creció un poco y obligó a retroceder al Granate. Pero a los 14 minutos, Walter Erviti fue amonestado por interceptar la pelota con la mano. El 10 ya estaba amonestado por una protesta en el primer tiempo y debió abandonar el campo de juego. De esa misma jugada llegó el primer gol del partido. Maximiliano Velázquez movió la pelota para que el paraguayo Ayala la acomode y la reacomode. Tras algunos segundos que parecieron interminables para los simpatizantes locales, finalmente el paragua lanzó un sablazo que se clavó en el ángulo derecho del arco defendido por Navarro. Sin embargo, las cosas no cambiaron mucho en el desarrollo del partido. Con ventaja en el marcador, Lanús siguió teniendo dificultades para generar el fútbol vistoso al que está tan acostumbrado. Sucesivamente, el Taladro fue con todo para empatarlo y Monetti salvó al local más de una vez.

Sobre el final de la disputa, apareció otro paraguayo. Miguel Almirón, el juvenil que supo ganarse la titularidad por sus destacadas actuaciones, no había tenido su mejor partido, pero se hizo presente en una de las últimas. Se escapó solo contra Navarro y ante la salida del guardameta, tuvo la categoría y la inteligencia de tomarse un segundo para pensar, pese al cansancio de 90 minutos de juego. Observo, meditó y decidió, embaló la pelota por encima del arquero para que aterrice dentro del arco, convertiendose así en el verdugo del Taladro y sentenciando el partido.

Lanús sigue puntero del campeonato a falta de tan solo 4 fechas para la definición. En la próxima jornada deberá visitar a Tigre en Victoria. El Grana acumula su quinta victoria al hilo y la décima del torneo.