Para muchos, fue una de las grandes revelaciones del semestre. No arribó esta temporada, pero el 2016 trajo su mejor versión.

Pese a haber tenido un buen 2015, un poco se lo murmuraba. Por eso la dirigencia se movió y le consiguió un competidor para el puesto: Carlos Araujo. Sin embargo, Pepe se quedó con el lugar.

Comienzo turbulento

José San Román terminó siendo uno de los jugadores más regulares en el equipo de Domínguez, pero en el inicio le costó.

La llegada de Araujo le quitó protagonismo y le sumó un jugador de recambio natural para el puesto. Para colmo, el Pipi tiene historia en Huracán y mucho crédito por haber sido el lateral derecho en el recordado equipo de Cappa.

Sin embargo, Domínguez dejó de lado los laureles del jugador proveniente de Lanús y le respetó el lugar a San Román. Pepe y Pipi rotaban de acuerdo a la importancia del partido, aunque era Sanro quien decía presente en los compromisos más difíciles.

Gracias a su buen rendimiento, José se fue asentando en el equipo. El quiebre quizás fue la victoria en el Centenario ante Peñarol: con un mix entre titulares y suplentes, Huracán logró un triunfo histórico en tierras uruguayas. Aquella noche, San Román fue el lateral derecho y tuvo una destacada labor.

Indiscutido

A medida  que transcurría la temporada, a Domínguez se le disipaban las dudas. San Román se ganó el puesto y jugó todos los partidos importantes, tanto en el campeonato como en la Copa Libertadores.

Finalizó el Torneo de Transición 2016 con 900 minutos disputados, producto de sus  10 partidos jugados sin ser reemplazado. Además, se quedó en el banco en 5 oportunidades.

Pepe no convirtió goles y vió 5 amarillas.


Lo que viene

San Román se quedó con la titularidad gracias a sus grandes rendimientos. Además, sus buenas actuaciones le sirvieron de vidriera: equipos de México y España lo tienen en carpeta.

Al mendocino se le vence el contrato en Junio y, si bien están negociando, todavía no firmó su renovación. Pepe admitió ‘estar cómodo en Huracán’ y su deseo de ‘poder seguir’. Sin embargo, su continuidad es un interrogante.

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Sobre el autor
Juan Ignacio Botta
Comunicación Social en UBA. Un 0-0 es como un domingo sin sol