El Tomba ganaba cómodamente frente al Matador, el día domingo por 1-0 con gol de Juan Fernando Garro y todo era felicidad en el rostro de Mauricio Larriera porque su conjunto estaba jugando mejor que la escuadra cordobesa. Pero el panorama se empezó a complicar, a los 42 minutos del primer tiempo se quedó con diez por la expulsión a Andy Henríquez luego de una falta sobre la humanidad del lateral derecho Leonardo Godoy; el volante central del Expreso estuvo en la cornisa toda la etapa inicial y el árbitro Dario Herrera le mostró la cartulina amarilla por una infracción sobre el volante por derecha Juan Ramirez.

Posteriormente a la primera amonestación, Henríquez lo elevó por el aire al delantero Sebastián Palacios y era el camino de la ducha, pero Herrera le perdonó la vida. El castigo del mediocampista de Godoy Cruz, no fue el único en los cuatros encuentros disputados.

En el cotejo frente a Newell's por Copa Argentina fue el turno de Sebastián Olivares, el juez Luis Álvarez en aquella ocasión le enseñó el camino a las duchas al marcador central. Olivares le metió un codazo a Mauro Guevgeozián -punta de la lepra rosarina- y el colegiado bien ubicado le mostró la roja directa, anteriormente había sido amonestado por una falta a Brian Sarmiento. 

En el estreno de la Superliga ante Atlético Tucumán, fue el primer expulsado en la era Larriera nada menos que su lateral por izquierda: Fabrizio Angileri. El árbitro en aquella tarde, le mostró la doble amarilla a Angileri cuando se cerraba el espectáculo y fue una baja ante Talleres, donde lo reemplazó de buena manera su colega Facundo Cobos.

Para la escuadra dirigida por el DT uruguayo, es un dolor de cabeza por cada expulsión en cada compromiso y empieza a tomar nota de los sucesos. Es un promedio alto pensando en lo que se viene, en cuatro partidos disputados en tres de ellos, el Tomba se quedó con diez hombres en el once inicial.