Godoy Cruz hizo un partido muy bueno, en el que se destacaron varios del equipo como por ejemplo, Zuqui por el gol y la voluntad de siempre llevar al equipo al ataque. Rey, por cuidar el arco y mantenerlo en cero. Godoy fue también importante para la victoria en el mediocampo. Pero la gran estrella estuvo en el ataque, Jaime Ayoví no sólo marco un golazo, sino que también asistió, gambeteó y corrió.

La Yoya se lució una vez más. La última vez que había convertido fue hace dos partidos ante Gimnasia Y Esgrima de La Plata donde marcó de cabeza y obtuvo el empate 2-2 para sumar un punto de visitante.

Esta vez, el marco era diferente. La gente estaba apoyando y colmando el Estadio Malvinas Argentinas como contra San Martín en el Clásico.

En sí, el primer tiempo del equipo de Méndez, fue positivo debido a que fue el que propuso la idea y fue al choque siempre para intentar quedarse con la pelota. En el complemento todo cambió.

Apenas arrancado el segundo tiempo, fue Ayoví quien tomó la posta del equipo por la banda izquierda. Amagó para un lado y para otro, pasó en velocidad a Bellocq, gambetó a Corvalán hasta el cansancio, y cruzó un remate que venció plenamente a Pellegrino. Era inexorable que esa pelota no terminase en gol. Sirvió para el delirio de toda la gente. El Tomba era puntero y miraba a todos desde arriba.

El jugador del Tomba, apenas convirtió el gol, se abrazó con sus compañeros. Uno de ellos Zuqui, al cual minutos después le daría una asistencia para el segundo gol. Pero antes le dedicó el bailecito a su familia que lo miraba desde la platea techada del estadio.

El ecuatoriano, ya pasó a tener 6 goles en el torneo e hizo que Godoy Cruz llegue a tener (+12) en goles a favor. Es una clara muestra que el equipo de Méndez no sólo gana, si no que también golea.

Los minutos pasaron y al Expreso lo incomodaron poco. Cuando el árbitro anunció el descuento llegaría una magnífica jugada en la cual Jaime empieza a correr, se frena llegando al área y espera la llegada de algún compañero. Ese mismo era Fernando Zuqui que venía embalado desde la mitad de cancha. El número 17 solamente hizo un toque al medio, el 8 y capitán del barco, cruzó de derecha otro disparo que acabaría en gol. Emotivo fue el abrazo entre los dos elaboradores de la jugada del gol. Instantes después, Echenique pitó el final.

El Tomba es puntero. ¡Mendoza está de fiesta!.