Allá por enero, finalizando la pretemporada, sucedió lo que todos vamos a recordar por un largo tiempo en la historia de los clásicos platenses, ya que Estudiantes y Gimnasia protagonizaron una importante batalla campal en lo que era un “amistoso” que poco tuvo de eso. Dicha gresca no fue pasada por alto sino que se tomaron medidas importantes y una de ellas fue suspender a varios jugadores, uno de los afectados fue Mariano Andújar y recibió ocho fechas de suspensión.

Debido a esto, Nelson Vivas tuvo que mirar al banco y tomar la decisión entre dos alternativas para defender el arco del Pincha : los juveniles Agustín Rossi y Daniel Sappa.

En las dos primeras fechas le dio el lugar a Rossi, quien había llegado el año pasado procedente de Chacarita y sólo había jugado un partido. En este torneo le tocó estar en la derrota por 1-0 ante Lanús, que terminó siendo el ganador de la Zona 2, y en la victoria por el mismo resultado ante Atlético Rafaela.

Frente al Granate no tuvo mucha participación y en el gol no tuvo nada que hacer, ya que le remataron de muy cerca, y tampoco la tuvo en la victoria ante la Crema, donde terminó con el arco en cero.

Luego, sorprendentemente apareció Sappa como titular, desde la tercera a la quinta fecha. El arquero de 20 años estuvo en el empate por 1-1 con Tigre y en los triunfos ante Aldosivi y Argentinos Juniors, por 2-1 y 4-1, respectivamente.

Con el Matador fue su debut absoluto en la Primera División y no tuvo mucha intervención durante el encuentro, sin tener responsabilidad en el gol del rival. Luego, con el Tiburón tampoco tuvo mucha actividad pero, cuando fue llamado, respondió y el tanto contrario fue de penal. Por último, en la goleada frente al Bicho fue donde se lo vio más inseguro tanto con las manos como con los pies, hasta comprometiendo a sus compañeros.

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