Es difícil hacer un balance de un jugador con dos partidos (a pesar que jugó 15 de los 16 partidos), pero hay que detenerse en los últimos dos para evaluar el semestre a Juan Ignacio Cavallaro. Si bien no era de la consideración de Nelson Vivas dentro del once titular y siempre fue la principal pieza de recambio en el equipo, Cavallaro mostró su mejor juego en dos encuentros claves frente a Unión y Godoy Cruz.

Minuto 15 del primer tiempo, ahí va Cavallaro: traba con Fernando Godoy tras una salida en falso del Tomba, enganche por aquí para que pase de largo Guillermo Fernández, los centrales no saben si ir a trabarlo o esperarlo, se miran y dudan Diego Viera y Danilo Ortiz. Él con la 15 en la espalda ya piensa a donde va a ir el remate, se posiciona ligeramente tras un regate para su derecha, este disparo va a colocar, ahí donde se esconden las arañas, en el ángulo. Golazo.

Y es con esta calidad que lo grita a todo el pueblo platense invocando que Estudiantes volverá tras un año de paraje internacional a una copa, no cualquiera, sino a la Libertadores de América.

Antes, frente a Unión, cuando había de sellar el segundo puesto del grupo para acceder al play off ante Godoy Cruz (peleaba junto con Atlético Tucumán), también se puso el equipo al hombro y con mucha personalidad y sobre todo goles le dio el pase, para nuevamente convertirse en figura.

Al inicio del semestre arrancó como suplente y solo jugó 12 minutos ante Lanús, después 28 ante Rafaela y 45 con Tigre. Se veía un progreso en él, y en su cuarto partido ya como titular, convirtió su primer gol ante Aldosivi, para el siguiente encuentro ante Argentinos no quiso ser menos y duplicó su faena. Posteriormente fue cayendo su rendimiento y era uno de los primeros cambios que efectuaba Vivas y para colmo de males se lesionó en el clásico y ya ante Defensa y Justicia -la siguiente fecha- no fue ni al banco de suplentes.

Cavallaro sabía que esta situación la tenía que revertir a base de trabajo y así fue. El final de la historia ya la sabemos, caballero del gol.