Chacarita no atraviesa un buen momento en el certamen. Pero hoy es cierto que la suerte tampoco acompañó. Despojado de su casa, tuvo que hacer de local en la cancha de Sportivo Italiano. Sin su gente, el funebrero recibió a Independiente Rivadavia, que deberá hacer mucho más si en verdad quiere pelear por el ascenso.

Fue un partido repleto de imprecisiones, mal jugado. Chaca pese a todo insistió, buscando cortar la racha de esquivos resultados. De tanto ir, voluntarioso, con Manso y Elías a la cabeza, el local tuvo su oportunidad en la primera etapa a través de un penal. Silva bajó a Rodrigo Aliendro en el área a los 31 minutos y fue Zapata el encargado de ejecutar la pena máxima. Gaspar Servio, ex Banfield, adivinó el palo elegido por el jugador y así logró conservar el cero en su arco. No se desanimó el elenco dirigido por Biggeri y siguió buscando ante un rival pálido que parecía conforme.

En la segunda etapa, Chacarita salió a jugar con el mismo libreto, aunque se notó cierta merma futbolística. En el minuto 21, el DT movió las fichas e hizo ingresar a Maximiliano Caza por Carabelli, que nunca se pudo enchufar del todo. A los 34, ya en el cierre del encuentro, Aliendro volvió a caer en el área. Esta vez fue Servio quién le cometió infracción. Fue Maxi Paredes el encargado de ejecutar el disparo. Increíblemente el remate tuvo su destino lejos del arco. Entró Menéndez para los últimos cinco, pero pudo demostrar poco su capacidad desequilibrante.

Cinco son los partidos que lleva el conjunto de San Martín sin ganar. Las lesiones y un bajo rendimiento generalizado derivaron en esta mala racha que complica a Chacarita pensando en la lucha por el ascenso.