Era la fecha indicada para Chacarita. El equipo de Biggeri, que no había cosechado victorias de visitante en el torneo, visitó a un flojo Guaraní Antonio Franco, que se quedó sin entrenador en la semana. La recuperación estaba ahí, a la orden del día. Pero el elenco de San Martín dejó escapar otra chance para acomodarse entre los de arriba.

El DT funebrero, presentó un esquema distinto al que venía mostrando en el campeonato. Con cinco defensores y dejando libre  Julián Fernández para que hiciera de las suyas, a Chaca la idea le sentó bien. Pudo sobreponerse a la férrea marca en el medio a la que lo sometió, o intento hacerlo al menos, el equipo local.

Fue cuestión de minutos para que Elías Zapata abriera el marcador. A los 21 y tras una excelente habilitación del 10 del equipo, puso el uno a cero. Parecía que se curaban las penas y que Biggeri había encontrado la receta a este equipo. Pero Guaraní no tardó en reaccionar y en cuatro minutos dio vuelta el resultado de la mano de Gómez y Barrinaga. El segundo de penal, vale aclarar, por un desconcierto en la defensa que terminó con una mano de Fernández en el área.

Cuando faltaba poco para el cierre de aquella dinámica primera etapa, Damián Manso acertó de nuevo y mediante una pelota parada, encontró al bueno de Fernández que, redimiéndose de la mano, marcó el empate. Si el panorama era negro para el entretiempo, el gol hizo que las cosas se esclarecieran un poco.

Ya en el complemento, los equipos se repartieron la pelota y el protagonismo fue compartido. De la mano de Rodrigo Aliendro y Zapata, Chacarita se animó a soñar en importantes tramos del juego, aunque fue Taborda el que salvó al equipo de caer por tercera vez consecutiva. Fueron tres las tapó sobre el final.

Por como venía la mano, el resultado no fue del todo austero. Pero es cierto que el tricolor sigue sin ganar y eso no es bueno para un equipo cuyo máximo objetivo es subir a primera.