Desde el comienzo del año, la dirigencia no pudo mantener a varios jugadores de gran nivel en el club y tuvo que desprenderse de ellos, como Enrique Bologna quien emigró a Gimnasia de LP, Sergio Vittor a Racing, Nicolás Domingo a River, Juan Casares al Atlético Mineiros de Brasil y Mauricio Cuero al Levante de España, llevando esto, a una superpoblación de juveniles en el plantel. Ahí fue donde apostó el presidente.

Los malos resultados de la primera fecha fueron la causa de la destitución del cargo del DT Claudio Vivas y la llegada del prócer a ponerse nuevamente el traje de entrenador, Julio Cesar Falcioni.

Tras dejar el arranque malo, todas las miradas se posaban en el clásico ante Lanús, el primero de los dos. Pero el equipo no levantó cabeza, perdió 2-0 de local y semanas más tarde cuando visitó la Fortaleza, también cayó por el mismo resultado.

Las grandes apariciones de Iván Rossi, Soto y Remedi entre otro, le dieron tranquilidad a la dirigencia para seguir con esta apuesta. Irregular en lo futbolístico, con más goles recibidos que marcado y un cambio de DT en el medio, Banfield se cerró el peor campeonato desde el ascenso a la primera en donde pudo festejar un triunfo en solo 3 oportunidades, perdiendo las dos veces ante su clásico rival  y quedando a 2 unidades de lo más bajo de la tabla de posiciones.

Ahora, el Taladro intentará que toda esa experiencia que consiguieron los juveniles, se vea plasmada dentro del campo de juego, donde tendrán el apoyo de los nuevos jugadores experimentados que llegaron para poder lograr algo grande en el club.