Cuando en 1971 la Selección de Haití fue subcampeona de la Copa Concacaf (hoy Copa de Oro) en Trinidad y Tobago, seguramente nadie imaginaba lo que les esperaba en los próximos años. En aquel torneo, le empataron a México y al defensor del título, Costa Rica, aplastaron por 6-0 al anfitrión y culminaron invictos. Dos años después, en su propia tierra, le hicieron 12 goles a Puerto Rico, ganaron cinco partidos consecutivos (sólo cayeron ante México) y se alzaron con el primer trofeo oficial de su historia, pero consiguieron algo aún mejor: el pasaje a Alemania, donde se disputaría el Mundial de 1974.

Si bien la participación de Haití en la Copa del Mundo no fue para nada buena, sentó antecedente y expuso a una Selección de nulo renombre. Participando del Grupo D, le tocó enfrentar nada más y nada menos que a Italia (1-3), Polonia (0-7) y Argentina (1-4). Cero puntos, dos goles a favor (contra gigantes mundiales) y 14 en contra. A su regreso, siendo recibidos como héroes, empezaron a planificar su vuelta al plano mundial. Tres años después, en México, volverían a ser subcampeones de la Copa Concacaf por detrás del anfitrión. Si bien no clasificaron, volvieron a ponerse por sobre los demás equipos de Centro y Norteamérica. 

Antes de 1970, la mejor participación internacional haitiana había sido un quinto puesto en la Copa Concacaf (y un campeonato en la antigua Copa Regional del Caribe). En la década en cuestión, acumuló dos subcampeonatos y un primer lugar en la actual Copa de Oro, un tercer puesto y un campeonato de la CFU y la 15° posición en el Mundial de Alemania 1974. Llegaron los 80's y el fin de la era de oro haitiana. 

Sin embargo, siempre se puede reinventarse, y Haití lo hizo en más de un sentido. En 2009 alcanzaron los cuartos de final de la Copa de Oro después de siete años, vislumbrando otro auge de su fútbol, pero la desgracia les tocó la puerta: el 12 de enero de 2010, un terremoto de 7.3 grados en la escala Richter (con secuelas de más de 5) dejó más de 316.000 muertos y la destrucción de más de un millón y medio de hogares.

En este escenario catastrófico, a pesar de la solidaridad de casi todo el mundo, era difícil ponerse a pensar en el fútbol. Pero el país se recuperó, y también el deporte. En 2012, Haití fue tercera en la Copa del Caribe y, en 2013, volvió a participar de un torneo internacional de renombre, siendo eliminados en primera ronda de la Copa de la Concacaf, pero demostrando carácter y ganas de salir adelante. Tanto así que, en 2015, volvieron a acceder a los cuartos de final, siendo segundos del Grupo A, detrás de Estados Unidos, y cayendo con la sorprendente Jamaica, que perdió con México en una polémica final.

Hoy, Haití apunta todo a hacer una gran presentación en su primera Copa América, a la que clasificó por repechaje venciendo a Trinidad y Tobago por 1-0. Compartirá un Grupo B complicado, con el pentacampeón mundial Brasil, Ecuador y el Perú de Ricardo Gareca, contra quienes debutará este 4 de junio.