Odiado por los fundamentalistas del jogo bonito y cada vez con menos apoyo de los frívolos resultadistas (una suerte de menottistas vs. bilardistas en versión brasileña), así es el presente de Dunga, el técnico de Brasil.

Su historia con el combinado mayor comenzó en el 2006, cuando reemplazó a Carlos Alberto Parreira tras la eliminación en cuartos de final en Alemania 2006. Su primer título fue la Copa América del 2007, al imponerse 3-0 ante Argentina en la final.

Dunga obtuvo la última Copa América que Brasil tiene en la repisa. Fue en el 2007 tras la goleada por 3-0 contra Argentina en Venezuela.

En el 2008 obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín tras la victoria por 3-0 ante Bélgica; previamente había sido eliminado en semifinales contra Argentina (que se coronaría campeona) por el mismo resultado. Un año más tarde consiguió la Copa Confederaciones gracias al 3-2 en la final frente a Estados Unidos.

Si bien los resultados lo acompañaban, el sistema de juego no convencía al hincha brasileño, debido a que priorizaba más el físico que el fútbol deleitoso con el que Brasil solía asombrar al al mundo.

La exitosa campaña en las Eliminatorias para Sudáfrica 2010 (finalizó primero) le permitió clasificarse al Mundial. Por el grupo G 2-1 y 3-1 a Corea del Norte y Costa de Marfil respectivamente. Un empate contra Portugal les concedía a ambas selecciones clasificarse directamente, y así fue como se desarrolló el partido, casi sin llegadas y a puro roce.

Dunga fue criticado por aquella decisión táctica; muchos alegaron de que la Canarinha debe salir siempre a ganar sin importar los otros resultados. Esto se potenció cuando, en cuartos de final de dicho Mundial, Holanda le dio el golpe de knock-out para que Brasil se quede afuera de la Copa del Mundo y para que el riograndense renuncie a su cargo como entrenador

Este es el segundo ciclo de Dunga como entrenador de Brasil, aún sin conseguir títulos. En la primera, además de la Copa América, ganó la Copa Confederaciones 2009 y fue bronce en Pekín 2008.

A pesar de esto, y luego de un  breve paso de 10 meses por el Inter de Porto Alegre, Dunga volvió en junio del 2014 para dirigir su segunda etapa en la Mayor. En la Copa América del 2015 avanzó sólo hasta cuartos de final, cuando perdió 4-3 por penales ante Paraguay. Previamente, en el empate 2-2 contra los guaraníes, ya había recibido la fuerte crítica de importantes diarios deportivos brasileños como Lance! y O'Globo, quienes culpaban al técnico por la floja actuación del equipo y que la gente pedía su inminente salida.

Contra viento y marea, quien fuera campeón de Estados Unidos 1994 aún permanece en su puesto. Sin embargo, los resultados están dándole la espalda, puesto que Brasil se ubica sexto en las Eliminatorias para Rusia 2018, es decir, que momentáneamente no está clasificando, y en caso de persistir, será la primera vez en la historia en la que Brasil no clasificaría a un Mundial.

En los últimos encuentros utilizó un 4-5-1 que se modifica según la circunstancia del partido. Los centrales son los primeros en tomar contacto con la pelota para distribuir al triple cinco formado en mitad de cancha. Dos extremos esperan bien abiertos para el desborde o para el cruce interior y un único punta en su soledad. Así, más algunos cambios en el planteamiento táctico, es como Dunga manejará a su Brasil, deteriorado por lesiones de último momento y sin su figura, Neymar.

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