La Generación Dorada. El Alma. El equipo que trascendió de tal magnitud que, en en dos de los últimos tres Juegos Olímpicos, los abanderados de Argentina fueron dos pilares de aquella Selección de Básquet que quedó para los libros (Manu Ginóbili en Beijing 2008 y Luis Scola en Río 2016). Un equipo que marcó a fuego en la historia no sólo del básquet, sino del deporte argentino. Un equipazo, con jugadores consolidados en la NBA, con espíritu ganador, que gestaron su leyenda desde el año 2002 y siguen vigentes.

Lo que magnificó el hecho que se tradujo en el subcampeonato en el Mundial de Indianápolis 2002 y el Oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fue que en ambos torneos, el equipo nacional derrotó al Dream Team. En 2002, en Segunda Fase, venció al dueño de casa, Estados Unidos, que tenía entre sus filas nada menos que a Jermaine O´Neal, Paul Pearce, entre otras estrellas, al ganarle 87-80. Y a final ante Yugoslavia, polémica por donde se la mire, que terminó con la bronca de un dignísimo segundo lugar.

El primer batacazo, en 2002 (Foto: La Nación).
El primer batacazo, en 2002 (Foto: La Nación).

Dos años más tarde, llegó la hora de la cita olímpica. Semifinales. Argentina había vencido en la fase de grupos al último campeón, Serbia (antes Yugoslavia) con la palomita inmortal de Manu. Una fase que se hizo cuesta arriba, con derrotas ante España e Italia. Y un encuentro sufrido ante Grecia (el local) en los cuartos de final (69-64).

Llegaba la hora de reencontrarse con el Dream Team en la semifinal, ése 27 de agosto de 2004. USA, con todo su poderío: Carmelo Anthony, LeBron James, Stephon Marbury, Tim Duncan. Equipazo, y con sed de revancha. Sin embargo, la Albiceleste, con Manu, Luifa, Chapu Nocioni a la cabeza, sumados a Cabeza Delfino, Pepe Sánchez, Montecchia y Walter Herrmann, dieron cátedra y mostraron hidalguía. Desplegaron todo su juego ante los norteamericanos, perplejos ante la superioridad argentina. Brilló Manu Ginónili, aportando 29 puntos, y solidaridad de todo el equipo (Nocioni marcó 13, Montecchia 12, Herrmann 11, Scola 10, Oberto 6, Sánchez 4, Wolkowyski 3 y Fernández 1). Argentina superó a EE.UU. en cada parcial y terminó llevándose el encuentro por 89-81. Finalistas. USA, que era el tricampeón olímpico vigente, debió conformarse con el Bronce, mientras que El Alma se alzó con el Oro, tras vencer a Italia con un contundente 84-69 en la final.

¡ORO OLÍMPICO EN 2004! (Foto: Minuto Uno).

Una gesta que no pudo repetirse en Beijing 2008, también en la semi, con victoria norteamericana (101-81; y Argentina logró el Bronce, ante Lituania) ni tampoco en Londres 2012, dado que USA le ganó tanto en la fase de grupos (126-97) como en la semifinal (109-83), y ésa vez no hubo podio argentino. Estados Unidos es actual bicampeón olímpico (y mundial, en 2010 y 2014) y se tomó revancha por partida doble, tras esos duros cachetazos que le propinó la Generación Dorada.

Con algunos pilares de aquel plantel, Ginóbili, Scola, Delfino y Nocioni, El Alma va por la hazaña. Tocó el peor rival posible, al que todos quieren evitar. Un rival sin Curry ni James, y que tampoco fue demoledor en la fase de grupos como en los JJ.OO anteriores, pero con Kevin Durant, Anthony y Kyrie Irving como exponentes, sigue siendo gran favorito y ganó los cinco partidos de su grupo. El elenco del Oveja Hernández liquidó rápido a Nigeria, pero transpiró para ganarle a Croacia y Brasil, y cayó sin atenuantes ante Lituania y España. No es aquella lúcida versión de hace 12 años, un equipo más jóven y rápido. Pero no con más hambre de gloria que éste. Argentina sabe de epopeyas. ¿Podrá repetirla este martes y mandar a su casa al Dream Team?

Síntesis del triunfazo de 2004:

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