El primer puesto en la zona A de la B Nacional 2014 quedó atrás y, después de todos los inconvenientes económicos que tuvo el club que lo había obligado a descender el torneo anterior, volvió con todas las energías renovadas para recuperar su lugar estable en la máxima categoría del fútbol argentino.
Con la yapa especial de Reinaldo Merlo y su paso a paso en el banco, se esperaba un buen comienzo de campeonato para los santafesinos pero verdaderamente el conjunto rojinegro comenzó con el pie izquierdo. ¿Logró la estabilidad?
Balance del Torneo Julio Humberto Grondona 2015: los sabaleros regresaron a la orilla entre altibajos
Con Mostaza Merlo en el banco las ilusiones estaban encendidas al máximo para comenzar de la mejor manera el regreso a la élite argenta. Aunque el fixture no le jugó una buena pasada en el sorteo y los primeros pasos eran pruebas difíciles para un equipo que no le sobró nada para ascender.
La primera prueba fue frente a San Lorenzo. Visita al Nuevo Gasómetro y derrota por 2 a 0, que desencadenó en la salida de Merlo como entrenador en apenas una fecha, lo que sorprendió no sólo a la hincha rojinegra sino que también al mundo del fútbol.
Rápidamente, Javier López –hombre de la casa trabajando en el club hace 12 años- fue designado como entrenador interino para enfrentar a Argentinos Juniors en la segunda fecha y consiguió un empate en uno.
Para el partido siguiente ante Banfield, en el que igualó sin goles, López fue confirmado al mando del plantel como reemplazo de Merlo. A la siguiente, el equipo volvió a sumar un punto pero esta vez con un grande como Boca Juniors. En la quinta y sexta fecha, cayó ante Racing (1-4) y Tigre (0-1), lo que complicaba el inicio del campeonato con tres derrotas en apenas seis fechas. Un empate más por la mínima ante Rosario Central en la séptima siguió estirando la agonía de no lograr un triunfo.
Recién en el octavo compromiso consiguieron sumar de a tres por primera vez frente a Olimpo de Bahía Blanca (1-0) en el Estadio Brigadier General Estanislao López. Aunque la felicidad no le duró demasiado porque en el siguiente encuentro cayó de visitante ante Temperley por 2 a 1.
Posteriormente, logró una racha importante sin caer de seis partidos previo al parate por la Copa América y lo más importante es que fue ante equipos que podrían pelear un lugar por la permanencia. En primer lugar, derrotó 2 a 1 a Atlético de Rafaela, igualó sin goles ante Crucero del Norte en Misiones y consiguió una muy buena victoria 3 a 2 frente a Defensa y Justicia en Florencio Varela. Luego, tres empates consecutivos redondearon una buena cantidad de puntos: San Martín de San Juan (2-2), Estudiantes de La Plata (0-0) y Huracán (1-1). Igualmente el rendimiento del conjunto no era aprobado y llegó la renuncia de López de la dirección técnica del equipo. Consumada la salida, se arregló un rápido reemplazo con Darío Franco para que tome las riendas del equipo y se renueven las expectativas.
En el regreso después del receso por la competencia internacional, el primer rival fue Nueva Chicago pero no pudieron sacarse diferencias y terminó en parda sin goles. Seguidamente el equipo cayó en un pozo y perdió tres consecutivos ante rivales a priori difíciles igualmente: 1-2 ante Lanús, 1-3 enfrentando a River Plate y 0-1 contra Independiente. El comienzo para Franco no era nada positivo.
Empate ante Aldosivi (1-1) y Vélez (0-0) en las fechas 20 y 21, respectivamente. En el compromiso número 22 se cortó la racha de nueve encuentros consecutivos sin conocer la victoria y le ganaron a Newells por la mínima.
A pesar de haber ganado el último choque, los santafesinos encadenaron una serie de cinco partidos sin poder convertir goles, logrando tres derrotas y dos empates (en los clásicos): Sarmiento (0-1), Unión (0-0), Quilmes (0-1), Belgrano (0-1) y nuevamente frente al Tatengue sin goles.
En la recta final las buenas aparecieron y logró cerrar el torneo con tres victorias al hilo. Primero le ganó a Arsenal de Sarandí por 3 a 1, después derrotó a Godoy Cruz por el mismo resultado y en la última salió victorioso ante Gimnasia de La Plata con un marcador de 2 a 1.
Esta racha positiva dejó con una buena imagen y gran confianza a los jugadores que lograron pagar la deuda del gol al poder marcar 8 goles en 3 partidos. Además, sorpresivamente para ellos mismo, se metieron en la Liguilla Pre-Sudamericana y buscarán pelear un lugar en la Copa. En la primera parada enfrentarán a Tigre en Victoria, una prueba que no deberán superar con actitud.
El 2015 en números para el Sabalero registra 34 puntos debido a 7 victorias, 13 igualdades y 10 reveses. Marcó 26 goles y le metieron 31 en su arco.
La llave de gol rojinegra
A pesar de que no hubo un goleador indiscutido en el equipo y que los tantos se repartieron entre varios jugadores, el que más presente estuvo en la red rival fue Cristian Llama y por ese motivo creemos que él es la llave goleador sabalera.
A pesar de solamente poder jugar en 15 oportunidades, principalmente por las lesiones que acarreó a lo largo del año y las irregularidades que lo persiguieron por saber si iba a seguir o no en la institución de Santa Fe, marcó 5 goles con sólo 19 disparos al arco. Un promedio de 1 gol cada 4 disparos que realizó.
El primer gol se lo marcó a Temperley en el segundo partido en el que jugaba (de los primeros 7 encuentros no participó). Luego le marcó a Defensa y Justicia dos fechas después entrando desde el banco de suplentes. También le hizo un tanto a Huracán el día que renunció el técnico Javier López. Por último, realizó un doblete en la fecha 27 frente a Arsenal de Sarandí.
Por todos esos motivos, el volante de 29 años se convirtió en la llave de gol de Colón. ¿Seguirá en el club?
Un verdadero club de primera y, ¿copero?
El Negro regresó al máximo circuito del fútbol argentino y le costó encontrar estabilidad. Principalmente le costó ser regular y poder encontrarse con la victoria. La permanencia fue muy trabajada y en la recta final pudo conseguir su juego para hacerse de varios puntos importantes. De manera inesperada y casi sin buscarlo, apareció la clasificación a la liguilla para ingresar a la Copa Sudamericana.
Como anteúltimo clasificado deberá enfrentar al segundo que es Tigre. El partido será una prueba difícil en Victoria, la fortaleza en la que los de Gustavo Alfaro son fuertes. El Sabalero buscará cosechar su sueño con una victoria allí. Además, pensará en el año próximo, que a pesar de no ser de los peores promedios, los equipos nunca descansan y en un cerrar de ojos todo puede pasar. Su verdadero objetivo es buscar la estabilidad económica y futbolística. Ser un verdadero club de primera y, por qué no, copero.